Redacción ‘MS’- Hablamos con Nadia Arroyo Arce, directora del Departamento de Cultura en la Fundación MAPFRE.
¿Cómo ha transcurrido su trayectoria profesional hasta el momento actual?
Llevo 13 años y medio trabajando en Fundación MAPFRE. En mi actual puesto, como directora del Área de Cultura, me encuentro desde el día uno de enero de este año. Algo que me alegra poder decir es que comencé como coordinadora, y ha sido a lo largo de estos 13 años cuando he ido asumiendo y me han ido concediendo distintas responsabilidades. He ido creciendo de forma que conozco bien el trabajo desde abajo, desde la gestión pura y dura; esto me hace entender al equipo con el que me he desarrollado, mayoritariamente femenino. Conozco muy bien sus funciones y sus dificultades, de modo especial en cuanto a plazos se refiere.
Antes de Fundación MAPFRE, mi primer trabajo fue como azafata. De ahí mi conocimiento de la gestión cara al público y sus complicaciones. Tuve la fortuna de estar en la Fundación Juan March, una institución maravillosa donde surgió la oportunidad de realizar una suplencia en el departamento de Exposiciones. Estuve seis meses en él y, de ahí, fruto de la suerte que nos acompaña en la vida, ellos estaban haciendo un proyecto con el Louvre y me abrieron las puertas a marcharme allí a desarrollar unas prácticas. Finalmente, me quedé un año.
Al regresar de ese año de prácticas, inicié mi búsqueda de empleo. Estuve en una pequeña galería, muy activa, que participaba en ferias internacionales. Allí aprendí el significado del trabajo en galería, donde haces de todo. A partir de ahí, me surgió la oportunidad de entrar en Fundación MAPFRE.
Estoy contenta porque, dentro de la edad que tengo, pudiera parecer que al llevar tanto tiempo en la Fundación solo he desarrollado mi trayectoria aquí. Sin embargo, he hecho cosas pequeñitas, de menor relevancia, que me han permitido conocer cómo funcionan otras instituciones y la variedad existente en este trabajo. Es algo que siempre digo porque me parece importante: saber lo que conllevan los distintos puestos.
«He ido creciendo de forma que conozco bien el trabajo desde abajo, desde la gestión pura y dura; esto me hace entender al equipo con el que me he desarrollado, mayoritariamente femenino. Conozco muy bien sus funciones y sus dificultades, de modo especial en cuanto a plazos se refiere».
En el momento actual desde su responsabilidad, ¿cuáles son sus principales funciones en la Fundación? ¿Cómo es su día a día?
Por un lado, he de decir que el equipo es muy importante y es espléndido. Esto me permite estar alejada del día a día, porque funcionan muy solas, y me lleva más a pensar en la estrategia: dónde estamos y dónde podríamos o querríamos estar en el futuro. Ahí trabajo muy mano a mano con nuestros conservadores que, cada uno de ellos, está a cargo de la programación: uno de Artes Plásticas y otro de Fotografía. Con ellos estamos haciendo una gran labor para conocer qué es lo que hemos hecho, qué se está haciendo en Madrid, qué hueco podríamos ocupar, etc. Llevo poco tiempo, 10 meses, pero gracias a que el equipo anda solo, nos permite pensar en esta estrategia y en qué pasos es preciso implementar. Nos encontramos en ese período de reflexión.
«Trabajo muy mano a mano con nuestros conservadores que, cada uno de ellos, está a cargo de la programación: uno de Artes Plásticas y otro de Fotografía. Con ellos estamos haciendo una gran labor para conocer qué es lo que hemos hecho, qué se está haciendo en Madrid, qué hueco podríamos ocupar, etc».
¿Qué destacaría de estos primeros 10 meses en el cargo?
Ha habido un giro importante del que hemos sido artífices, y ha sido que en Barcelona, donde llevamos cuatro años, vamos a abrir un centro destinado 100% a la fotografía. No solo va a ser un centro con exposiciones, sino que vamos a hacer mucha más actividad en torno a la fotografía: ciclos de conferencias, arrancar un gabinete pedagógico, desarrollar seis exposiciones al año, etc.
Esto ha pasado a lo largo de estos 10 meses. Nosotros en fotografía llevamos una década y hemos ido creciendo mucho, estando a la cabeza Carlos Gollonet. Él ha desarrollado la programación, fue quien arrancó la colección y sigue desde el principio. En foto hemos adquirido mucha relevancia a nivel internacional y nos hemos erigido en una de las instituciones referentes en Europa. Sentíamos el deseo y la necesidad de ir a más. Barcelona, que es la ciudad donde la fotografía siempre ha tenido una trayectoria muy importante y con colecciones públicas y privadas muy destacadas, nos invitaba a hacerlo. Se ha quedado libre un espacio porque donde estábamos, en la Casa Garriga Nogués, bellísima, no podíamos realizar conferencias, al no haber auditorio. Nuestro nuevo espacio, que es nuestro, se encuentra a los pies de la Torre MAPFRE en Barcelona, con 1.400 metros cuadrados. Allí vamos a tener dos salas de exposiciones y cuenta con un auditorio. Lo acabamos de armar y de comunicar durante el mes de octubre.
Se trata de nuestro primer gran salto, una apuesta hacia la fotografía. Estamos muy ilusionados y creo que es un proyecto que está bien armado. Ahora hay que desarrollarlo y cumplir con las expectativas que estamos generando. Estamos llenos de ilusión. Abrirá a finales de mayo de 2020.
«Nuestro nuevo espacio en Barcelona supone un giro y es una gran apuesta hacia la fotografía y abrirá a finales de mayo de 2020.»
¿Cuáles son los principales eventos que desarrollarán en el corto y medio plazo?
Por un lado, debo decir que cada exposición es un reto. En enero tendremos tres exposiciones. Efectivamente, como gran hito inmediato, mencionaría la apertura del Centro en Barcelona, no solo con la programación de exposiciones, sino que aportará un enfoque de calado tanto en la ciudad como a nivel internacional. Todo ello requiere el trabajo con colaboradores que nos ayudan a pensarlo y ejecutarlo para que sea un éxito. E irá más allá de la inauguración, porque es un proyecto a largo recorrido. Dotará a la ciudad de un nuevo espacio museístico y de arte. Es una apuesta absoluta por las nuevas generaciones, por un público más joven. Ellas van a entender el lenguaje fotográfico y el artístico. Es un reto inminente que será sólido desde los cimientos.
Por lo demás, para trabajar bien, las programaciones deben ir a tres años. El año que viene hemos programado un nuevo proyecto, de la mano de Carlos Martín, el conservador de Artes Plásticas, y mía. Se trata de Leonora Carrington, una mujer artista que, como sucede tantas veces, por el hecho de ser mujer ha estado más a un lado. Ahora se está recuperando. Será una exposición retrospectiva, una coproducción con el museo Arken de Dinamarca; después viajará al Museo Picasso de Málaga. No solo estamos reivindicando su papel como gran creadora vinculada al Surrealismo, con un mundo propio que va más allá de la Pintura y comprende también la literatura, como gran escritora de cuentos; también hacía esculturas, tapices, etc. Era una mujer muy completa. Museos como el MoMA de Nueva York o el de San Francisco están adquiriendo obras suyas en la actualidad. Estamos en un momento en el que se está recuperando su figura. Es un proyecto programado por el nuevo equipo y que se inaugurará en octubre de 2020.
Leonora Carrington
Brothers, (Hermanos) 1953
Óleo sobre tabla
54 x 90 cm
Colección Particular Catherine Petitgas, Londres
«El año que viene hemos programado un nuevo proyecto, de la mano de Carlos Martín, el conservador de Artes Plásticas, y mía. Se trata de Leonora Carrington, una mujer artista que, como sucede tantas veces, por el hecho de ser mujer ha estado más a un lado».
¿Cuál es su valoración acerca del papel de la mujer en el mundo del arte y la cultura? ¿Qué posicionamiento ha experimentado históricamente y en la actualidad?
En el mundo de la cultura ha habido, y hay, grandes figuras mujeres desde hace décadas. Tenemos desde Maite Ocaña, Carmen Giménez, María Corral… Son históricas y han desarrollado el mundo de los museos en las décadas de los 80 y los 90. Son figuras faro en la actualidad.
A día de hoy también hay muchas mujeres artistas reconocidas, están llegando las nuevas generaciones. Creo que es un mundo donde hay muchas mujeres, y no solo en los puestos directivos, que también se van alcanzando. Es un mundo mayoritariamente femenino.
«El mundo del arte y la cultura es mayoritariamente femenino».
¿Desea trasladar un mensaje a la audiencia femenina, que constituye una parte muy importante del público objetivo de Muy Segura?
La mujer, en el tema de la cultura, ocupa la mayoría de los puestos de gestión y va llegando en la actualidad a los de dirección: está en La Casa Encendida, en la Biblioteca Nacional, en la Fundación Canal, etc. Dentro del público, el peso femenino es muy importante. En Fotografía, éste es más paritario; sin embargo, por ejemplo, en nuestra programación de Pintura y Artes Plásticas, es mayoritariamente femenino. Yo animaría a que las mujeres sigamos alimentándonos de cultura y transmitiendo cultura, generación tras generación. Y les pediría que lo siguiéramos cuidando y que continuemos necesitando la cultura, valorando la importancia que tiene en la educación del ser humano.
«Animaría a que las mujeres sigamos alimentándonos de cultura y transmitiendo cultura, generación tras generación».