Por Inmaculada César Benavides, directora de Innovación y Medios de Pelayo Seguros.
Los clientes y el mercado van por delante de las compañías, a menudo rígidas, con sistemas de gobierno pesados, con jerarquías y procesos que nos hacen ser dinosaurios a punto de extinguirnos.
Con la era Covid (que esperemos pronto sea era post-Covid ) nos hemos dado cuenta de lo insignificantes que somos: no podemos planificar ni tan siquiera a unas horas vista, no hay espontaneidad en las relaciones presenciales, no hay relación libre de riesgo, vivimos con un pellizco constante, y hoy más que nunca se cumple la expresión “No news, good news”.
De esta nueva era post-covid nacerá un nuevo ciudadano y por tanto, un nuevo consumidor. Será un ciudadano y un consumidor mucho más consciente de que su demanda y su forma de usar y tirar tiene impacto en la economía, en el medioambiente, en su comunidad.
Asimismo, esta nueva situación nos ha hecho mucho más conscientes del enorme impacto de la globalización, de esa cadena de suministro global, de la fuerza de las economías mundiales, de la fuerza de la geopolítica: qué pasa con la vacuna, con los suministros, con la sanidad, pública o privada, global o local, qué pasa con una población que vive en el estado del bienestar y que tiene una esperanza de vida alta y una tasa de natalidad extremadamente baja.
Somos conscientes de que esta era está acelerando todo, sobre todo el paso de lo analógico y presencial a lo digital y en cualquier caso virtual.
Y aquí nos encontramos en nuestro sector, con nuestras compañías, con nuestra cuenta técnica y no-técnica y despertando del letargo de años de previsiones, planificaciones y muchos planes cumplidos, con una hoja de ruta donde unos ganan una vez y otros ganan otra, y donde las reglas del juego se conocen, se cumplen y constituyen nuestra zona de confort.
«Esta ERA está acelerando todo, sobre todo el paso de lo analógico y presencial a lo digital y en cualquier caso virtual».
Despierten: ¡Bienvenidos al nuevo mundo!
Estas reglas del juego nos sirvieron hasta ahora. Las nuevas reglas están por definirse y parece que irán iterando rápidamente de un día a otro, y no cabe esperar una nueva foto fija a la que adaptarse sino un continuo movimiento que nos llevará a adaptarnos constantemente para constantemente volver a romper las reglas del juego.
Algunos conceptos que ya conocíamos se deberán poner en marcha:
- Cultura ágil que garantice una salud organizacional libre de rigidez, jerarquias e inercias
- Organizaciones liquidas, que cambian, que escalan, que se reinventan
- Cuestionarse cada idea preconcebida en cada paso de la cadena de valor: desde la propuesta de valor hasta la estructura pasando por los partners, los recursos y lo que nuestros clientes esperan de nosotros.
- Ir a lo micro y a lo modular: el pez rápido se come a los demás y para eso se requiere tamaño pequeño, decisiones rápidas, pivotar sobre lo caminado y volver a empezar. Los ciclos se acortan.
- Crear ecosistemas de valor donde las reglas sean la transparencia, la opinión de cada miembro, la cocreacion real, la colaboración extrema.
- Intentar muchas veces muchas cosas diferentes. Alguna cambiará el paradigma y generará disrupción, incluso en los entornos más regulados como el nuestro.
- Creer en la inteligencia colectiva: la suma de cada persona de la cadena de valor: una cadena de valor muy rica en el mundo asegurador: las propias compañías, la distribución, las plataformas tecnológicas que intermedian, la mediación exclusiva o no, los reparadores, los peritos, los socios tecnológicos, etc.
Y por último, lo más importante: el talento, las personas: ellas marcan la diferencia: personas comprometidas, viviendo en una cultura energizante, personas motivadas, haciendo las cosas porque creen en ellas, porque son suyas.
«Las nuevas reglas están por definirse y parece que irán iterando rápidamente de un día a otro, y no cabe esperar una nueva foto fija a la que adaptarse sino un continuo movimiento que nos llevará a adaptarnos constantemente para constantemente volver a romper las reglas del juego».
En esta era de tecnología, de inteligencia artificial, de robótica, de máquinas que hablan con máquinas, en esta era del algoritmo, solo las personas marcaremos la diferencia.
¡Bienvenidos al nuevo mundo!
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