‘Muy Segura’ entrevista a Paloma Rosón, presidenta de Rosón de Beas, firma especializada en la búsqueda y selección de profesionales.
Es candidata a las Top 100 Mujeres Líderes en España 2020, en la 9ª Edición de una organización cuyo objetivo principal es visibilizar el talento femenino para construir una sociedad basada en la igualdad.
Impulsada por Mujeres&Cía y Mercedes Wullich, su fundadora, Top 100 Mujeres Líderes en España ha visibilizado en sus múltiples ediciones a más de 5.000 mujeres entre candidatas y elegidas. Desde su inicio, y de manera sostenida, han confiado en la iniciativa más de 60 empresas implicadas en impulsar una sociedad diversa en la que las mujeres tengan el lugar que se merecen.
¿Cómo fueron los inicios de su andadura profesional? En aquel momento: ¿qué enseñanza considera que se llevó con usted?
Tengo varias etapas y todas ellas apasionantes. La primera fue como emprendedora, que compaginé con mis estudios universitarios. Monté un negocio muy divertido que, además, me proporcionaba algo de independencia y cierta salud económica. Fue increíble, en una época en la que aún no existía Internet, dándome a conocer mediante el antiguo método del «buzoneo».
Además, destaco mi paso por una Universidad como la Autónoma, con la suerte de haber asistido a aquellas clases en las que la élite del mundo jurídico me ayudó a pensar en grande y a amueblar mi cabeza, buscando siempre una perspectiva grande y global. Tuve la gran fortuna de compaginarlo con unos años de prácticas en la asesoría jurídica de una importante compañía del sector petrolero.
Una vez finalizados mis estudios en la Universidad, mientras ampliaba mi formación con un Máster y dos cursos específicos de postgrado, algo que no era tan común en aquella época, comenzó una nueva etapa como abogado, en el sector asegurador, donde aprendó a moverme en un entorno de litigación, a hablar en público, a defender a mis clientes y a negociar todo tipo de acuerdos y situaciones. En definitiva, me espabilé.
«Durante mi etapa como abogado en el sector asegurador aprendí a moverme en un entorno de litigación, a hablar en público, a defender a mis clientes y a negociar todo tipo de acuerdos y situaciones».
Tras ello, destaco mi paso por USA, donde experimenté una de las mejores experiencias de mi vida, tanto profesional como personalmente, algo que en aquella época no era habitual y que yo tuve la gran fortuna de vivir. Aquello me aportó seguridad en mi misma, me enseñó a pensar de forma distinta, a ampliar miras, a comprender que el mundo era mucho más grande, y que las diferentes culturas aportaban mucho, pues todo suma y todo aporta. Aprendí a desenvolverme en un ambiente muy diferente al que yo estaba acostumbrada.
A mi vuelta, una cosa llevo a otra y aparecieron nuevas oportunidades y nuevas responsabilidades que disfruté mucho. Pasé muy joven por el mundo de la Consultoría, etapa muy marcada por una amplia exposición, en la que colaboraba activamente con la prensa económica y participaba como conferenciante en aforos de varios cientos de personas; ello desembocó de lleno en el sector financiero y asegurador, donde vivó una de las primeras fusiones de aquella época, una experiencia sin duda única.
Finalmente, cuando estaba en un momento profesional muy dulce, apareció un «headhunter» y mi vida profesional dio un giro importante al aceptar el reto de algo totalmente nuevo para mí, que terminaría convirtiéndose, no solo en mi foco profesional de los últimos 28 años sino, además y sobre todo, en lo que es mi verdadera pasión.
«Destaco mi paso por USA, donde experimenté una de las mejores experiencias de mi vida, tanto profesional como personalmente, algo que en aquella época no era habitual y que yo tuve la gran fortuna de vivir».
¿Enseñanza? Toda mi trayectoria ha sido para mí una enseñanza. Siempre he absorbido como una esponja pero, sobre todo, aprendí que, aunque haya que trabajar muy duro, es importante divertirse, disfrutar, buscar la satisfacción en el trabajo bien hecho… y tratar de ser coherente con tus actuaciones, conservando tus principios, tus valores y tu ética.
Pienso que mi escuela ha sido la vida que he llevado, el haber tenido la oportunidad de vivir tantas experiencias, y haber tenido la ilusión y la motivación de aprender y aprovechar todo aquello que se cruzaba en mi camino, sin miedo a asumir riesgos y levantándome cada vez que me caía. Todo ello es lo que hoy soy.
«Siempre he absorbido como una esponja pero, sobre todo, aprendí que, aunque haya que trabajar muy duro, es importante divertirse, disfrutar, buscar la satisfacción en el trabajo bien hecho».
Si pudiera seleccionar aquellos hitos que han marcado su trayectoria, ¿con cuáles se quedaría y por qué?
Al final, creo que mi trayectoria ha estado marcada por muchos hitos, muy dispares y muy complementarios. Lo que soy ahora es un compendio de muchas cosas, vivencias, enseñanzas, lecciones aprendidas, caídas, remontadas… Y la gran suerte de haber tenido al mejor guía y consejero, alguien que me enseñó a pensar en grande, a buscar siempre la excelencia: mi padre.
«Lo que soy ahora es un compendio de muchas cosas, vivencias, enseñanzas, lecciones aprendidas, caídas, remontadas. Y la gran suerte de haber tenido al mejor guía y consejero: mi padre».
¿Cuándo y por qué funda Rosón de Beas, firma especializada en la búsqueda y selección de profesionales?
Tras adentrarme de lleno en el mundo de los “headhunters” y formar parte de una élite muy reservada a los hombres, en la que llegué a ser la socia internacional más joven en nuestro país de las dos primeras firmas del mundo, decidí volver a lanzarme “a la aventura” con un nuevo reto, creando mi propia firma y disfrutándola mucho durante los últimos 19 años.
«Decidí volver a lanzarme “a la aventura” con un nuevo reto, creando mi propia firma y disfrutándola mucho durante los últimos 19 años».
¿Cuál es su valor diferencial en el mercado y cuáles han sido los pilares que ha defendido a lo largo de dos décadas de trayectoria en el mercado?
Nuestra diferencia es, sin duda, la especialización, el haber conseguido ser una firma de referencia en el sector financiero y, más concretamente, en el sector asegurador. Sabemos muy bien de qué hablamos y conocemos a fondo el sector en el que nos movemos. Conocemos a sus jugadores, sus necesidades, sus fortalezas, sus debilidades, hacia dónde se dirige y de dónde proviene… Estamos permanentemente en contacto con su entorno y ello nos permite actuar con rapidez y con eficacia.
A lo largo de estos 19 años hemos mantenido firmes nuestros principios, valores y ética y, con ello, nuestra reputación se ha ido consolidando. Confían en nosotros porque siempre hemos respondido y respondemos. Todo ello, cuando se mantiene año tras año, acaba formando parte de tu ADN y ya te acompaña por donde vayas.
«Nuestra diferencia es, sin duda, la especialización, el haber conseguido ser una firma de referencia en el sector financiero y, más concretamente, en el sector asegurador».
¿Qué significa para usted el liderazgo?
El liderazgo significa muchas cosas, entre ellas, el conseguir que te respeten y te sigan por pasión, con ilusión, uniéndose todos a tu proyecto, consiguiendo que sea un proyecto común, de todos.
¿Qué modelo de liderazgo apoya y promueve?
El de la ilusión, la motivación, el trabajo en equipo, la innovación aunque haya equivocación, el participativo, para buscar siempre un clima ilusionante.
En base a ello, ¿qué papel considera que ha desempeñado la mujer dentro del mundo de los negocios en nuestro país, y cuáles son las nuevas tendencias al respecto?
Pienso que ha sido un papel limitado. En mis inicios, no era fácil encontrar mujeres en puestos representativos. No había muchas mujeres en posiciones directivas, los Comités de Dirección estaban dominados por los hombres, y ya no hablemos de los Consejos de Administración. La mujer se situaba, como mucho, en posiciones de gestión media. En la Universidad, la mujer solía destacar, pero luego, al incorporase al mundo laboral y tener que compaginarlo con la familia, la cosa cambiaba.
Hoy en día las cosas son diferentes. En el mundo empresarial de nuestro país hay mujeres ocupando puestos de primer nivel y desarrollando una magnifica gestión con responsabilidades incluso regionales a nivel internacional. En el Círculo de Empresarios, organización de la que soy socia, tengo ocasión de coincidir con mujeres increíbles que dirigen empresas con éxito y que son capaces de compaginar su vida profesional y laboral. A nivel de Consejos de Administración, la mujer cada vez está tomando más relevancia, algo que también veo en el ICA, Instituto de Consejeros-Administradores, del que soy socia y en otras muchas organizaciones y asociaciones donde se potencia el papel de la mujer.
Las cosas ya han empezado cambiar, aunque todavía queda mucho camino por recorrer…
«En mis inicios, no era fácil encontrar mujeres en puestos representativos. No había muchas mujeres en posiciones directivas, los Comités de Dirección estaban dominados por los hombres, y ya no hablemos de los Consejos de Administración».
¿Podría mencionarnos tres mujeres líderes a las que admire o considere que le sirven de ejemplo profesional?
Podría mencionarte muchas mujeres a las que admiro… Por mi profesión conozco a muchas profesionales de muy diversos perfiles; mujeres capaces de manejar su vida personal y profesional manteniendo su equilibrio con empatía y muy centradas, que van al grano sin perder tiempo, porque no les sobra.
En mi día a día, hay entrevistas con las que realmente disfruto y en las que la mujer demuestra, no solo su valía sino, además, genera un ambiente en el que se hace amena y divertida la reunión.
«Por mi profesión conozco a muchas profesionales de muy diversos perfiles; mujeres capaces de manejar su vida personal y profesional manteniendo su equilibrio con empatía y muy centradas».
¿Qué es para usted el feminismo? ¿Se considera feminista? ¿Por qué?
Ciertamente no lo sé, creo que nunca me he sentido feminista, ni tampoco lo contrario. Admiro a muchas mujeres que han roto y superado barreras y que nos han ayudado a avanzar. Mujeres que han luchado por conseguir sus metas y, con ello, nos han apoyado a las demás. Pero, sin embargo, yo nunca me he considerado feminista; me siento femenina y me gusta serlo, pero feminista, la verdad es que no.
«Admiro a muchas mujeres que han roto y superado barreras y que nos han ayudado a avanzar. Mujeres que han luchado por conseguir sus metas y, con ello, nos han apoyado a las demás».
Nos consta que ha sido seleccionada como candidata a las Top 100 Mujeres Líderes en su 9ª Edición, ¿qué significado tiene para usted este reconocimiento?
La verdad es que me hace muchísima ilusión encontrarme junto a un panel tan prestigioso de mujeres. Me siento muy feliz al formar parte de este grupo de mujeres increíbles. Aprovecho para felicitar a Mercedes Wullich por esta maravillosa iniciativa, que ya va por su 9ª edición.
Al hilo de la cuestión anterior: ¿qué aspectos destacaría de su modelo de gestión?
No tengo un modelo de gestión predeterminado. Si hay algo que creo que me caracteriza, es precisamente lo contrario. Huyo de los modelos. Para mí lo importante es aprender cada día y, si me equivoco, doy marcha atrás y vuelvo a retomar el camino. Como dice mi madre «haciendo y deshaciendo va la niña aprendiendo» .
Me gusta tener los ojos bien abiertos e ir captando ideas a lo largo de mi camino diario, y que los que trabajan conmigo hagan lo mismo, fomento el que todos aportemos cada día ideas nuevas.
«Para mí lo importante es aprender cada día y, si me equivoco, doy marcha atrás y vuelvo a retomar el camino. Como dice mi madre «haciendo y deshaciendo va la niña aprendiendo».
En tiempos marcados por una pandemia sanitaria sin precedentes: ¿qué valores considera que debe reforzar un líder en sus equipos? ¿Por qué?
La ilusión, el ánimo, la energía, la motivación, el soporte, el apoyo y la solidaridad, sin olvidarnos del respeto. El respeto es muy importante en el líder. Respetar y ser respetado. Sin ese equilibrio, se perjudica al equipo, y esa piña se rompe y desestructura.
Son tiempos de sorpresas, de cambios, de decisiones rápidas, de riesgos, de oportunidades infinitas, de innovación, de imaginación y de reinventarse.
«El respeto es muy importante en el líder. Respetar y ser respetado».
En el contexto actual, todo ha cambiado desde diversos planos: sanitario, político, económico, laboral. Es, posiblemente el tiempo de regresar a “las bases”. ¿Qué escenario describe en la actualidad, así como anticipa en el medio y largo plazo dentro del mundo de los negocios? ¿Qué es lo que más van a demandar, tanto las empresa como sus profesionales?
Flexibilidad, capacidad de adaptación, resiliencia, resistencia a la frustración, innovación, mucha solidaridad y trabajo en equipo.
¿Desea lanzar un mensaje a la mujer profesional, que constituye una parte muy destacada de la audiencia de Muy Segura?
En general, diría que sigamos en la línea en la que parece que vamos. Que nos apoyemos, que seamos solidarias entre nosotras, que tendamos la mano a las nuevas generaciones que, aunque vienen empujando con fuerza, podemos y debemos ayudar y facilitar el camino.
A nivel particular, recalcaría en el esfuerzo y la determinación, que para mí son la base del éxito. Que no acepten los modelos preestablecidos, que luchen por sus ideales y que busquen desarrollar todo su potencial sin conformarse con lo que dicta la norma. Que no acepten un no por respuesta.
«El esfuerzo y la determinación, para mí, son la base del éxito».
¿Quiere añadir algún comentario o reflexión adicional?
Demos un pequeño giro a aquella maravillosa frase de Saint-Exupéry: “El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe a dónde va…”; y convirtámosla, como dice mi hijo, en: “¡El mundo entero se aparta más aún cuando ve pasar a una Mujer que sabe a dónde va!».
“¡El mundo entero se aparta más aún cuando ve pasar a una Mujer que sabe a dónde va!».