Alberto Conesa, QBE Europe Risk Practice Leader

QBE advierte sobre los retos y peligros de las baterías de litio que están cambiando nuestras vidas

Redacción ‘MS’- Con las Navidades a la vuelta de la esquina, la demanda de dispositivos electrónicos, bicicletas eléctricas y patinetes impulsados por baterías de litio se dispara, convirtiéndolos en uno de los regalos estrella. Sin embargo, en un reciente informe de QBE, titulado “Baterías de iones de litio: Uso generalizado y riesgos pasados por alto”, se advierte sobre los peligros asociados a esta tecnología, cuya presencia en nuestros hogares y ciudades está en constante crecimiento.

Un auge tecnológico con riesgos subestimados

Las baterías de litio se han convertido en el motor de millones de dispositivos electrónicos y vehículos eléctricos. Según el informe, en 2023 se vendieron más de 1.200 millones de smartphones y 14 millones de vehículos eléctricos en todo el mundo. Además, sistemas de almacenamiento de energía renovable y otros productos cotidianos, como tabletas, auriculares inalámbricos y altavoces portátiles, dependen de esta tecnología.

Aunque su alta densidad energética y larga vida útil las han hecho indispensables, QBE señala que los riesgos asociados a estas baterías son muchas veces subestimados, especialmente en situaciones de uso intensivo, transporte y carga inapropiada, que pueden provocar el incendio de estas baterías.

Incendios y explosiones: el peligro que acecha en casa

El principal riesgo identificado es el thermal runaway o reacción térmica descontrolada, que es un fenómeno propio de estas baterías de litio, y que consiste en que se sobrecalientan y se inicia una reacción térmica con llama muy difícil de extinguir.

Basta con realizar una búsqueda en cualquier navegador de internet y escribir “incendio baterías de litio” para encontrar múltiples noticias de siniestros con graves consecuencias. Estos incidentes incluyen incendios en instalaciones industriales que han causado importantes daños materiales, así como en viviendas, donde patinetes eléctricos o móviles en carga han provocado incluso la pérdida de vidas. También se registran incendios de vehículos eléctricos en aparcamientos subterráneos, donde el fuego se ha propagado a otros vehículos cercanos, obligando al desalojo completo del edificio durante días o semanas, hasta que los técnicos de protección civil determinan si la estructura es segura para ser habitada, debido al riesgo de colapso.

Riesgos en el transporte aéreo y geopolítica

El informe también destaca el creciente número de incidentes en el transporte aéreo. En 2022, la Administración Federal de Aviación de EE. UU. (FAA) registró 55 casos de baterías de litio que causaron emergencias a bordo de aviones, lo que ha llevado a endurecer las regulaciones sobre su transporte.

Por otro lado, la dependencia global del litio y el cobalto, materiales clave en la fabricación de estas baterías, ha generado tensiones geopolíticas. La competencia internacional por el control de las cadenas de suministro podría derivar en interrupciones y riesgos adicionales para empresas y consumidores.

Una llamada a la prevención y la gestión de riesgos

Ante este panorama, QBE insta a empresas y consumidores a tomar medidas preventivas para minimizar los riesgos, entre las que se encuentran:  Supervisar el estado de las baterías, evitar sobrecargas y almacenar/cargar los dispositivos en lugares seguros.

Las baterías de litio son esenciales para la transición energética y la vida moderna, pero su adopción masiva debe ir acompañada de una gestión adecuada de los riesgos. El trabajo conjunto entre fabricantes, reguladores, aseguradoras y usuarios finales será clave para garantizar la seguridad y la sostenibilidad en los próximos años”.

Alberto Conesa, QBE Europe Risk Practice Leader.