Redacción ‘MS’- QBE ha presentado su nuevo estudio ‘Management Liability’, que explora la evolución de las responsabilidades profesionales de altos directivos, preocupaciones derivadas de decisiones tomadas durante la pandemia por Covid-19 y las reclamaciones a directivos, además de las iniciativas medioambientales de las empresas y los ciberriesgos.
Uno de los datos más destacados es el aumento de las responsabilidades y competencias en 7 de cada 10 encuestados (69%). En contraste, el 5% de los directivos respondió que sus responsabilidades han disminuido en los últimos años, junto con un cuarto (26%) que afirmaron que sus responsabilidades no habían cambiado. El aumento de las responsabilidades ha tenido un impacto negativo para la mayoría (86%), siendo el estrés el efecto más común detectado (48%).
Sobre las preocupaciones más comunes que manifestaron los encuestados, destaca la incertidumbre financiera (42%), la competencia y la rentabilidad (33%) así como la salud y la seguridad (28%).
Impacto del Covid
En cuanto a los efectos derivados por la pandemia por Covid-19, más de un cuarto de los encuestados (28%) afirman estar preocupados por posibles consecuencias y problemas derivados de decisiones y acciones tomadas durante la pandemia.
Sólo una décima parte (12%) de los encuestados afirmó que no había cambiado su perfil de riesgo debido a la pandemia por Covid-19. El 5% dijo que su perfil de riesgo había mejorado, mientras que para 4 de cada 5 (82%) su perfil de riesgo había empeorado.
El 42% dijo que la pandemia había aumentado sus riesgos financieros/económicos, y la misma proporción dijo que ha aumentado la preocupación por la salud y la seguridad de los empleados en el entorno de trabajo. Además, el 28% explicó que cree que ha provocado un aumento potencial de los problemas de seguridad de los empleados debido a los entornos de trabajo híbridos.
Reclamaciones a directivos
El estudio destaca que 1 de cada 6 directivos afirma que han recibido una reclamación de forma individual, en calidad de miembro de la alta dirección. En la misma línea, 3 de cada 10 encuestados afirma que les gustaría que hubiese más procesos que les protejan sobre su responsabilidad ante una hipotética reclamación.
Los recientes cambios en la legislación española han aumentado las responsabilidades y la rendición de cuentas de los altos directivos. Como resultado de estos cambios, la mitad (48%) está más preocupada por una demanda contra ellos, mientras que un tercio (34%) no entiende cómo afectarán los cambios a su función.
Como resultado de los cambios recientes en la legislación, dos quintas partes (39%) dicen que su empresa no ha revisado el número de pólizas del seguro D&O contratadas, mientras que el 44% dice que su empresa lo ha hecho y el 17% no está seguro.
Iniciativas medioambientales en las empresas
El estudio también explora la importancia de las iniciativas medioambientales en las empresas, y una de las conclusiones en este ámbito es que 3 de cada 5 directivos encuestados están preocupados por la posible responsabilidad de no cumplir con las iniciativas ni reportar sobre las exposiciones relacionadas con el clima. Además, cuanto más grande es la empresa para la que trabajan los directivos que han participado en el estudio, más probable es que les preocupe la posible responsabilidad por no cumplir con estas medidas.
Por otra parte, solo el 13% de los encuestados afirma que las iniciativas ESG son una prioridad máxima para su empresa, mientras que el 35% afirmó que era importante, pero no son de máxima prioridad para su empresa. En el otro extremo, el 7% dijo que tiene algunas iniciativas en marcha, pero no son de gran importancia, mientras que el 9% afirmaba que las iniciativas medioambientales no eran importantes en su empresa ni tenían ninguna en marcha.
Algunos de los directivos encuestados son conscientes de que otros competidores están actuando mejor en este ámbito, y una cuarta parte (25%) cree que hay que hacer más para estar a la altura de la competencia en materia de iniciativas medioambientales.
“Ante el complejo y cambiante entorno legal, económico y social en el que operan las empresas, el estudio nos deja ver la diversidad de opiniones y situaciones que los directivos están viviendo. El impacto de la pandemia está siendo asimétrico e impredecible, pero ya podemos ver con más claridad algunos sectores que han capeado el temporal con más solvencia y mejores resultados, y otros a los que, por el contrario, les está costando salir adelante.
Seguimos atentos a la evolución de la situación derivada de la crisis financiera provocada por la pandemia que está dando lugar a consecuencias como la crisis de los contenedores, la escalada de precios de materias primas y energías, la inflación, el estancamiento del crecimiento en China y lo que queda por venir.”
David Gimeno, Suscriptor Senior de Líneas Financieras de QBE.
Ciberriesgos
En cuanto a ciberseguridad, dos tercios afirman utilizar proveedores externos para la gestión de la ciberseguridad de sus datos. Analizando los datos en detalle, cuatro quintas partes (80%) de los encuestados afirman que su empresa depende en cierta medida de terceros para la gestión de la ciberseguridad y/o la gestión de datos. Por otra parte, más de un tercio (37%) subcontrata parte de esta tarea, una cuarta parte (26%) subcontrata la mayor parte y el 17% confía totalmente en proveedores externos.
De los que confían en cierta medida en terceros proveedores, el 9% afirma no saber de quién es la responsabilidad en caso de que se produzca una brecha de seguridad en la que un proveedor esté implicado.
“El porcentaje de encuestados que considera que han aumentado los problemas de seguridad de los empleados por motivo de la pandemia y el nuevo entorno de trabajo a distancia, se antoja bajo ya que los reportes que nos llegan marcan una clara tendencia al alza de las incidencias cibernéticas. Los hackers se enfocan principalmente en penetrar de forma no autorizada en los canales de comunicación poco protegidos que se han creado para conectar a los empleados desde sus entornos deslocalizados hacia las redes y sistemas centrales de sus empresas.”
Luis Alonso, Suscriptor de Ciberriesgos de QBE.
Además, añade: “El tamaño de estas empresas y, por tanto, la infraestructura tecnológica a gestionar y el modo de gestión de la misma son factores clave para el uso de proveedores externos para la gestión de la ciberseguridad. Sea en mayor o menor medida, es un acierto contar con expertos en la materia (proveedores tecnológicos externos) que pueden dar soporte tanto en la continua evolución tecnológica que vivimos como en el análisis y respuesta ante posibles incidentes”.