Por Mª Jesús Álava Reyes, presidenta de Apertia-Consulting y de la Fundación María Jesús Álava Reyes. También dirige el Centro de Psicología Álava Reyes y el Instituto de Bienestar Psicológico y Social.
En líneas generales, podríamos sostener que el éxito está sobrevalorado en nuestra sociedad.
Por otra parte, es difícil, muy difícil, encontrar a dos personas para las que el éxito signifique lo mismo.
Pero no podemos negar que el éxito es muy importante, y hay mucha gente que se esfuerza por tener un éxito social; un triunfo que los demás aplaudan y que sea como un altavoz, una especie de estandarte que sustente y ratifique su valía.
Hoy, desde la psicología, queremos adentrarnos en lo que es el auténtico éxito; en cómo alcanzar esa meta que, con frecuencia, puede parecernos imposible de lograr.
¿El concepto de éxito va modificándose con los años?
En cierto sentido, sí; especialmente en las nuevas generaciones, para las que la conciliación y tener tiempo para su vida constituyen objetivos fundamentales.
Pero, en general, si lo analizamos por franjas de edad, vemos que los niños y las niñas se esfuerzan por tener éxito en sus juegos, en sus pequeñas metas, en esos avances que les proporcionan más autonomía, más seguridad y más posibilidades de disfrutar cada día.
En la adolescencia, ellos y ellas valoran mucho el éxito social; en esa etapa, el éxito puede ser ganar en popularidad, ser protagonistas, conseguir determinadas hazañas o ser muy originales; salirse de la norma, llamar la atención, tener muchos amigos, éxito con las chicas o los chicos…
Luego, los y las jóvenes pueden centrarse más en los éxitos en los estudios, en el trabajo, en el amor, en tener dinero, en poder comprarse muchas cosas, en resultar atractivos/as, en tener tiempo para hacer lo que quieran con su vida…; incluso, a menudo consideran que tienen éxito si los demás les envidian en alguna faceta de sus vidas.
Él éxito en la edad adulta suele ir unido a triunfo; triunfo en el trabajo, en la salud, en el amor, en la familia, con los amigos…, un triunfo incuestionable y visible que obtiene el reconocimiento y el aplauso del entorno.
¿Hay diferencias significativas en la forma en que valoran el éxito los hombres y las mujeres?
En efecto, hay algunas diferencias. Curiosamente, las mujeres tienden a valorar más los éxitos en el amor, en la familia, en el área de la afectividad… y en todo aquello que va más unido a su sensibilidad; mientras que muchos hombres, por encima de todo, valoran el éxito en el trabajo, en tener dinero, en sentirse admirados…, siendo el resto de las áreas más secundarias, aunque también el amor y la familia ocupan un lugar importante.
En este sentido, con frecuencia, a los hombres suele costarles más superar un fracaso en el área profesional.
Pero recordemos que puede haber tantos éxitos como personas.
¿Dónde radica el principal problema de las personas que no consiguen el éxito que buscan?
Con cierta frecuencia, vemos a personas que parecen haber tenido éxito, y no porque hayan luchado duramente, sino porque las ha acompañado una especie de suerte, de circunstancias o coincidencias que han contribuido a que sus vidas sean más fáciles y a que hayan alcanzado determinadas metas.
En realidad, ya nos lo decía Albert Camus “No es difícil tener éxito. Lo difícil es merecerlo”.
El problema radica en las personas que no creen en sí mismas y piensan que sólo el éxito les proporcionará credibilidad. Este es uno de los mayores errores en que podemos incurrir, que más niebla y obstáculos puede traer a nuestra vida y del que con el tiempo más nos arrepentiremos de haber cometido.
De nuevo, no olvidemos que el éxito es interno, personal, único e intransferible. Lo importante es llegar a nuestro propio éxito; de lo contrario, por muchos triunfos que parezcan acompañarnos, habremos fracasado.
¿Hay muchos tipos de éxitos?
Hay tantos éxitos como gustos o deseos: éxito económico, financiero, en los negocios…; éxito en el amor, con los amigos…; éxito en los estudios, en el trabajo; éxito al conseguir más tiempo libre, más salud, más autonomía, más independencia…; pero hay un éxito por encima de los demás: el éxito de sentirnos bien, de creer y confiar en nosotros; el éxito de aceptarnos, querernos y gustarnos tal como somos; el éxito de estar en paz con nosotros mismos y encontrarnos satisfechos con nuestra vida.
¿Cuál es el mayor éxito que podemos tener?
Decíamos que el éxito es que creas en ti, que te encuentres cómodo/a con tu forma de ser, que te sientas orgulloso u orgullosa de ti, que valores lo que haces, el esfuerzo que realizas y no tanto los resultados que alcanzas; es éxito que te mires al espejo y sonrías con lo que ves; es éxito poder defender aquello en lo que crees, poder mimar y cuidar a tu familia y a las personas importantes de tu vida, sentir que la alegría es una constante en tu día a día, sonreírte por dentro cada mañana y cada noche… Éxito es quererte y querer bien; gustarte por lo que haces; sentirte cómodo o cómoda contigo y con las personas cruciales de tu vida.
Recordemos, en este sentido, que el mejor éxito es aquel que puedes compartir con las personas que más quieres. a veces la grandeza de un éxito se empaña por la ausencia de tus seres queridos. En esos instantes cambiarías todo el éxito por tener su compañía. De ello podemos extraer una moraleja o concluir con un aprendizaje: disfruta al máximo de las personas que quieres, pues ellas son el éxito de tu vida y, lo más importante, son tan insustituibles en tu corazón como irreparable te resulta su pérdida.
¿Cómo puedes saber si tienes éxito?
Lo importante es que cada persona avance en su propio éxito personal; en ese recorrido donde la confianza, la autoestima, el creer en sí misma… serán ayudas fundamentales para llegar a la meta.
Con ese propósito, nos podrá resultar de utilidad contestar a las siguientes preguntas:
- ¿Qué es para ti el éxito? ¿En qué lo cifras?
- ¿Hay un éxito social y un éxito personal?
- ¿Sientes que has tenido éxito en tu vida?
- Si es así, ¿cuál ha sido tu mayor éxito?
- Si crees que no has tenido éxito: ¿cuál ha sido tu mayor fracaso?
- ¿Crees que los demás te ven como una persona de éxito?
- ¿Cuál es el éxito que aún tienes pendiente?, ¿que te gustaría conseguir?
- ¿Qué es lo que más valoras de ti?
- ¿Qué próximos pasos darás para esforzarte en alcanzar el éxito y el triunfo auténtico?
Ya nos lo decía Booker T. Washington: “El éxito debe medirse no por la posición a que una persona ha llegado, sino por su esfuerzo por triunfar”.
Reflexión final
Éxito es conseguir que seas lo mejor de tu vida; la persona que más cree en ti, que más confía en ti, y que más orgullosa se siente de ti.
