Por Eva García, Neurocoach, Fundadora Coaching On Focus, Mediadora, Instructora de Mindfulness
Si tuviéramos que darle nombre a un grupo de personas desempeñando un trabajo desde la improvisación, a muchos de nosotros se nos vendrían a la cabeza la cantidad de veces que en nuestros trabajos en nuestro día a día tenemos que tirar de improvisación. Sin embargo esta es, básicamente la definición de psicodrama.
Jacob Levy Moreno, psiquiatra y terapeuta, descubrió el poder terapéutico que tienen los juegos de roles, donde se teatraliza una escena poniéndote en la piel de muchos otros personajes que no somos nosotros. Levy Moreno había descubierto el tremendo potencial que tenía esto para desarrollar la empatía entre las personas. Gracias a él tenemos hoy en día una de las herramientas más potentes para trabajar en dinámicas de grupos: los Role Playing.
Ana Belén, la cantante dice que el teatro es una extensión de la vida y por otro lado la canción nos dice “la vida es puro teatro”. Realmente no se entiende una sin otro.
Vivimos en una improvisación constante, porque precisamente eso es vivir, dejarnos llevar por lo que va viniendo, aceptarlo e improvisar utilizando las herramientas y recursos que tengamos. Tenemos la falsa ilusión de control de que planificamos y pensamos que todo nos va a salir como queremos pero estamos constantemente reorientando y reenfocando.
Uno de los motivos principales por lo que se acude a un Coach o a consulta con un profesional de la Psicología es mejorar la comunicación, adquirir habilidades sociales, perder el miedo a hablar en público, y lo mejor de todo es que efectivamente, cuanto más entrenemos las habilidades sociales más las mejoramos, por tanto, el teatro es una extensión de la vida.
Identificar cuando las personas están tomando otro rol que no es el suyo habitual nos da mucha información, no solo de la persona, sino de los equipos de los que forma parte. En ocasiones se fuerza este cambio de rol desde la organización, cuando estamos promocionando a alguien en el que cambia de funciones, contratamos a una persona externa que asume un rol que no existía o desplaza a quien ya lo hacía, aunque de manera no oficial. Puede que estos cambios de roles sean por la propia evolución personal o profesional, pero sin duda se producen interacciones con los demás que son muy interesantes y que pueden potenciar o empequeñecer los equipos.
En definitiva se producen movimientos muy significativos en los grupos para lo que debemos ser buenos observadores sino queremos que las dinámicas de trabajo tomen una dirección diferente a la que queremos.
«Vivimos en una improvisación constante, porque precisamente eso es vivir, dejarnos llevar por lo que va viniendo, aceptarlo e improvisar utilizando las herramientas y recursos que tengamos. Tenemos la falsa ilusión de control de que planificamos y pensamos que todo nos va a salir como queremos pero estamos constantemente reorientando y reenfocando».
¿Cómo pueden ayudarnos las técnicas teatrales en el mundo de la empresa?
Desde el punto de vista individual, nos permite reflexionar sobre nuestras competencias, confrontarnos con nuestros miedos de mostrarnos a los demás, ser conscientes de nuestra propia vulnerabilidad al mismo tiempo que de nuestras fortalezas, aprender a fluir, a comunicarnos ….Pero es desde el punto de vista grupal donde sacamos más partido. La generación de empatía, la mejora de la comunicación interna, el desarrollo de la confianza en los miembros del equipo tiene su traducción directa a los procesos de negocio:
- Entrenar la improvisación nos ayuda a trabajar nuestra creatividad y a ser capaces de generar más ideas y alternativas ante la resolución de retos, problemas o conflictos.
- Trabajar desde la escucha, la empatía hacia el otro y la presencia nos hará mejorar todos los procesos de comunicación interna y con nuestros clientes.
- Promover la curiosidad y el aprendizaje, al mismo tiempo que ese trabaja la flexibilidad cognitiva y saber adoptar múltiples puntos de vista.
- Ser consciente de ser un personaje dentro de una gran obra de teatro nos aporta sentido de pertenencia.
- Trabajar en un objetivo común crea cultura de empresa, al mismo tiempo que sirve para visibilizar y alinear los intereses individuales y grupales.
Sin saberlo, muchas veces ya estamos teatralizando situaciones en las que asumimos otros roles o los desempeñamos de otra manera. Las fiestas de navidad de empresa son un ejemplo de cómo en ocasiones nos transformamos. Unos lo disfrutan y se desinhiben, otros siguen el guión previamente establecido sin salirse ni improvisar y otros directamente renuncian a estar en escena.
Y tu….¿Te atreves a salir al escenario?