‘Muy Segura’ colabora en esta sección con WomanTalent de la mano de Beatriz Recio, su fundadora y CEO, con el objetivo de visibilizar diversos perfiles de mujeres profesionales, emprendedoras y líderes de esta potente y consolidada red, nacida en noviembre de 2014.
En esta ocasión hablamos con Rosa Plantagenet-Whyte, médico, diputada del PP en las Cortes de Aragón (1999-2019), directora del Instituto para el Fomento de Empleo y la Formación (Imefez) del Ayuntamiento de Zaragoza, presidenta de la Asociación Seniors en Red.
Dentro de su extensa trayectoria profesional, ¿cuáles son aquellos momentos que identifica como hitos y qué huella han dejado en usted?
Mi trayectoria de vida ha sido muy polifacética, en tres áreas: Por mi formación en medicina, mi familia y por mi compromiso político. He intentado compaginar todas ellas a lo largo de casi cuarenta años de vida. Y le puedo afirmar que simultanear las tres áreas ha sido muy enriquecedor para mí, ¡cómo actuar en un circo de tres pistas! Un auténtico aprendizaje. Muchas mujeres como yo lo sabrán. Nos capacita en habilidades como: la rápida adaptación, la habilidad para realizar tareas simultáneamente, conceder importancia a lo que verdaderamente la tiene, etc.
Lo pongo en valor porque muchas mujeres lo hacen, y yo lo tuve que llevar a cabo en una época en la que, posiblemente, no se visualizaba ni se revindicaba la conciliación o la corresponsabilidad. Recuerdo que nunca hablaba de mi vida familiar en ámbitos profesionales, para que eso no supusiera un menoscabo en mi trayectoria profesional. Mantener ese equilibrio ha sido muy bueno para mi vida.
El hito mayor que recuerdo fue reanudar mi carrera profesional, después del parón de unos años, tras tener a mis cuatro hijos. El proceso de reciclado y la vuelta al mercado laboral recomenzando desde cero, fue difícil y muy duro en lo personal. En Barcelona realice un Máster en Gerontología social, que me posibilitó reciclarme y poder volver poco a poco al mercado laboral. Comencé simultaneando la práctica clínica y la docencia a personal de centros residenciales y de servicios socio sanitarios. El reto que tuve que asumir para reincorporarme al mercado laboral supuso todo un hito para mí. Por ello valoro mucho a las personas que se tienen que reinventar y luchar por encontrar nuevo huecos de empleabilidad.
«Mi trayectoria de vida ha sido muy polifacética, en tres áreas: mi formación médica, mi familia y mi compromiso político. He intentado compaginar todas ellas a lo largo de casi cuarenta años de vida».
El segundo hito importante para mi vida, fue el momento en el que adquirí la responsabilidad de dirigir y sacar adelante, una empresa servicios de asistencia telefónica para las personas mayores que se implantaba desde cero en Zaragoza. Eran los años 90, por aquellas fechas no se conocía este tipo de servicios y había muy pocas personas que lo utilizaban. La Teleasistencia domiciliaria daba sus primeros pasos
El tercer hito se produce en el momento en el me piden mi incorporación, a la política como cargo público, simultaneándolo con mi labor profesional, para posteriormente abandonar definitivamente mi trabajo en el campo privado. Diputada en el Parlamento aragonés durante 20 años, 5 legislaturas, dedicada al trabajo parlamentario, siempre focalizada en las áreas sanitarias y de servicios sociales, áreas de las cuales he sido portavoz en sucesivas ocasiones. Durante la cuarta legislatura ocupé la Vicepresidenta Primera de las Cortes, en un gobierno de coalición PP-PAR, cargo que para mí fue un gran honor.
El último hito transcendente, ha sido la puesta en marcha de una Organización No Gubernamental, la asociación Seniors en Red. Estoy plenamente convencida de la necesidad de que las personas con experiencia, que hemos recibido tanto, devolvamos a la sociedad una parte de nosotros mismos y de nuestros conocimientos y aportemos lo necesario para llenar los vacíos que la sociedad, el ritmo y la forma de vida actual, va generando. En 2016 fundamos esta organización, contra la soledad de los más mayores. En estos momentos de crisis pandémica, se habla mucho del aislamiento y de la soledad pero, cuando empezamos, era una realidad silenciada. La familia, la sociedad, han cambiado, vivimos un mundo muy tecnológico y las personas más mayores están quedando aisladas en sus casas o en las residencias.
«He estado 20 años de diputada parlamentaria, siempre focalizada en las áreas sanitarias y de servicios sociales, de la cual he sido portavoz».
Mujer polifacética, ¿por qué su apuesta por el sector sanitario y qué significa para usted la Medicina?
Soy hija de médico, mi padre era Ginecólogo, tenía la consulta en casa. Desde muy pequeña, viví de cerca la atención y los cuidados que dispensaba a las mujeres que acudían para dar a luz. Lo interioricé mucho y creo que el sector sanitario, y se ha visto en estos días, es de los más humanos que existen. Por eso, decidí ser médico y dirigí la mirada hacia los más mayores; la Geriatría y la Gerontología realmente cambiaron mi vida.
Conocer cómo somos las personas, cómo envejecemos, cómo vivimos y cómo condiciona nuestra forma de vida ese envejecimiento, ¡porque uno envejece como ha vivido¡ Mantener activo el cuerpo y la mente mejora sustancialmente la calidad de vida de ese tiempo. Es necesario mantener viva la ilusión por un proyecto; sostener, a veces heroicamente, a lo largo de toda la vida, una actitud conforme a los valores que uno tiene. La importancia de la prevención. Si los hábitos saludables y la educación sanitaria se aprenden, se interiorizan desde pequeños y se mantienen a lo largo de toda la vida, los efectos en el proceso de envejecimiento son notablemente positivos.
Respetar a la persona y valorar su dignidad a lo largo de toda su vida. Entender que no solo es importante ayudar a nacer, sino también a envejecer y a morir. En una sociedad consumista, donde solo se aprecia lo joven y lo bello, existe una discriminación por razones de edad. Frecuentemente se ‘descataloga’ a las personas mayores cuando llega un momento en el que aparentemente ya no son tan útiles, según los estándares al uso, y se considera por tanto que no tienen nada que aportar a la sociedad, siempre bajo una perspectiva economicista, deshumanizada. La sociedad las ve como meros cuidadores o consumidores de ocio. Tenemos una responsabilidad hacia esas personas para que mantengan su dignidad y para que se atiendan todas sus necesidades, tanto físicas, como psíquicas y sociales a lo largo del resto de su vida. Esta responsabilidad es muy importante transmitirla a las diferentes generaciones.
«En una sociedad consumista, donde solo se aprecia lo joven y lo bello, existe una discriminación por razones de edad, a las personas mayores se las ‘descataloga’ cuando llega un momento en el que aparentemente ya no son tan útiles a la sociedad».
¿Cuál es su valoración sobre la crisis sanitaria que atravesamos y que está afectando en gran medida a nuestros mayores? ¿Desea aportar su opinión acerca de cómo se está gestionando en España?
En la crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19, en este momento de pandemia histórica, el Gobierno de España no ha tenido ni la más mínima previsión, no ha actuado con la diligencia y eficacia debida. Los sanitarios se han visto desbordados y carentes de medios. Desde enero ya existían noticias, en muchos otros países se tenía conocimiento de la llegada de esta pandemia, Lo primero que hay que achacar al Gobierno es esa falta de previsión; no quiero pensar que detrás de esta ineficiente actitud haya otros intereses espurios. Hablamos de 25.000 muertos. Son palabras mayores. Estamos ante una catástrofe sanitaria, social y económica de dimensiones que no se recuerdan en la reciente historia moderna.
Los más afectados han sido los más mayores, los más aislados, los más solos y lo que, efectivamente, por razón de edad, tenían patologías.
«Estamos ante una catástrofe sanitaria, social y económica de dimensiones que no se recuerdan en la reciente historia moderna».
También quiero incidir en el hecho de que se pretendiera mantener a toda costa y por encima del interés general común de la salud, esa manifestación ideologizada de izquierda, que como se ha podido ver ha tenido una consecuencias catastróficas, nefastas por lo que a la propagación del virus se refiere.
La sociedad española, la civil y militar, han sido la que ha dado la batalla a esta pandemia con su profesionalidad y con su compromiso social.
He luchado públicamente por los derechos de las mujeres, desde que comencé mi carrera política, y siempre he puesto en valor la figura de la mujer. Tuve la gran suerte impulsar en Aragón el primer teléfono de atención a víctimas de violencia de género, cuando no existía ningún recurso para ello. He luchado para poner en valor a las mujeres, su talento, para romper el techo de cristal, e impulsado su lucha para ser profesionalmente valoradas en justicia, para que llegaran a alcanzar puestos de responsabilidad. Ha sido un esfuerzo conjunto de muchas mujeres de muchas generaciones; En estos momentos, corrientes ideológicas populistas están destrozando muchos años de esfuerzo. Estamos viendo tirados por tierra muchos de los logros alcanzados, por mor de una demagogia barata, carente de base racional. Ha llegado a la política un populismo chabacano, que hace del insulto su forma de ser. Se cree en posesión de la verdad; impone sus ideas con violencia verbal, sin argumentos sostenibles, ni criterios profesionales, intelectuales ni éticos. Esto supone una clara regresión del sistema democrático, ¡cuando los ignorantes toman el poder lo imponen por la fuerza, implacablemente, pues argumentos no tienen!
Mi defensa de la mujer se basa en los hechos, las realidades diarias; como les digo a mis equipos, lo que realmente diferencia, lo que hace crecer consiste en nuestras acciones: actuar, tomar decisiones, llevarlas a cabo. Menos hablar, más actuar.
«Mi defensa de la mujer se basa en los hechos, las realidades diarias; como les digo a mis equipos, lo que realmente diferencia, lo que hace crecer, consiste en nuestras acciones: actuar, tomar decisiones, llevarlas a cabo. Menos hablar, más actuar».
Hablando de su faceta política, ¿qué considera que le enseña ésta a una mujer, y qué aporta una mujer al ámbito político?
Mi trayectoria en la política ha sido muy larga, llevo casi 25 años, y he aprendido mucho de ella y del ser humano. La política es muy dura. Creo que la mujer aporta otra forma de hacer, posiblemente somos mucho más pausadas, más dialogantes, sabemos ceder más, hacemos prevalecer el bien común… Pensamos menos en el conflicto, y más en la resolución de problemas, somos pragmáticas.
La mujer contribuye a la política con su conocimiento, formación, vivencias previas, amplitud de miras, valores… y mucho trabajo ……. No hay más que ver cómo, en estos momentos de tremenda pandemia –COVID-, diez países gobernados por mujeres han sido los mejores y más eficientes a la hora de gestionar la crisis. Somos mucho más pragmáticas y más rápidas. Personalmente, creo que mi aportación a la política ha sido una visión mucho más humanista y contemporizadora de los problemas de las personas.
«La mujer contribuye a la política con su conocimiento, formación, vivencias previas, amplitud de miras, valores… y mucho trabajo ……. No hay más que ver cómo, en estos momentos de tremenda pandemia –COVID-, diez países gobernados por mujeres han sido los mejores y más eficientes a la hora de gestionar la crisis».
Como directora del Instituto para el Fomento del Empleo y la Formación del Ayuntamiento de Zaragoza, ¿cuáles son sus principales cometidos?
Para mí es un nuevo reto profesional: la formación para el empleo. Supone una gestión directa y diaria de centros y profesorado cuyo objetivo es la empleabilidad que, sobre todo en estos momentos, supone un desafío apasionante. La crisis económica en ciernes es sangrante y las cifras de desempleo van a llegar a cotas incluso más altas que durante la crisis económica anterior. En este contexto, ayudar a una formación y orientación para el empleo, aportar un camino y una segunda oportunidad, va a suponer para muchas personas hacer posible el mantener y/o recuperar su proyecto de vida.
La mejor política social es aquella que crea empleo, y no solo en el plano económico, sino porque una persona que trabaja tiene un proyecto global de vida. Ese proyecto le hace superarse cada día, tener una ilusión, luchar para sacar adelante a su familia… Y, ante todo, tiene un cometido de vida. Desde el Instituto queremos ofrecer a las personas esta oportunidad. Y ahí vamos a estar para dar nuestra mejor respuesta.
«Ayudar a una formación y orientación para el empleo, aportar un camino y una segunda oportunidad, va a suponer para muchas personas hacer posible el mantener y/o recuperar su proyecto de vida».
¿Puede hablarnos de Seniors en Red?
Senior es una palabra latina que significa ‘mayor’. Y, ¿cuándo se considera que una persona es mayor? Para nosotros, seniors comprende la etapa que va desde el final de la vida profesional, hasta el final de vida. Por eso empleamos esta palabra que es amplia.
Nuestro primer mensaje es trasladar lo que ellos, los ‘seniors’ pueden hacer por la sociedad. No pueden quedarse parados una vez que cierran su etapa profesional, cuando se jubilan y pensar que sólo han de servir para cuidar nietos. Hay que pensar en la forma de aportar algo a la sociedad en la que vives, en la manera de seguir siendo muy partícipes en ella, ¿por qué tienen que tomar decisiones por ti? Tú tienes que estar en los sitios para tomar decisiones.
La actividad de ayuda la canalizamos a través del voluntariado en la soledad. La soledad es la experiencia personal que más destruye al hombre, es un factor de alto riesgo de enfermedad. Una persona que está días y días sola, se desorienta, pierde su autoestima, cree que nadie la quiere… La transmisión de comunicación se hace personalmente.
Tenemos hasta 150 voluntarios de todas las edades, que han cambiado la vida de muchas personas, con la simple pero profunda acción de estar su lado, acompañándolas. Te podría contar historias maravillosas de personas que pueden salir a tomar café, pasear, incluso hacer yoga porque uno de nuestros voluntarios les acompaña. Los voluntarios van donde se les necesita, y se sienten francamente satisfechos.
También realizamos una reivindicación ante la discriminación por razones de edad. Hay que darse cuenta de que los mayores no son un colectivo negativo al que sólo se le asocian costes e incomodidades, como tantas veces se transmite a la sociedad, sino que aporta un caudal grande de conocimientos, vivencias y experiencia. Reivindicamos esa rica experiencia. Invertimos mucho dinero y tiempo en formar a personas y, una vez están formadas, y en algunos casos en la cima de la productividad ¡les mandamos a su casa! Cuando la experiencia alcanza su mayor grado, a mucha gente se le despide con criterios exclusivamente económicos; estamos ante una sociedad que ‘descataloga’ cada vez más rápidamente. Parece como si las personas tuviéramos una obsolescencia programada; se desprecia completamente el valor de la experiencia. En nuestra Asociación luchamos para hacer visible y denunciar esa discriminación por razones de edad en el trabajo.
«Tenemos hasta 150 voluntarios de todas las edades, que han cambiado la vida de muchas personas, con la simple pero profunda acción de estar su lado, acompañándolas».
¿Qué valor tiene para usted el asociacionismo y por qué su apuesta por Womantalent?
El asociacionismo para mí es muy importante, “la unión hace la fuerza” En este caso, estamos ante una red de mujeres que tienen objetivos comunes que quieren llevar a cabo en la sociedad y trabajan juntas para hacerlo. Es lo contrario al individualismo. La inteligencia colectiva se potencia en el asociacionismo. Trabajar juntos hace que lleguemos más lejos; damos pasos de gigante cuando nos asociamos. Cuando el talento se une, es más talento, no solo se suma, sino que se multiplica. La manera de llegar más lejos, más alto, de manera más solidaria está meridianamente clara: hay que unirse, asociarse, en pos de alcanzar las metas más altas.
Por eso estoy en Womantalent. Me gusta Womantalent porque visualiza y proyecta el talento femenino, las mujeres líderes. Es necesario que ese liderazgo se vea, se manifieste claramente. Las sociedades que crecen son aquellas que tienen líderes fuertes. Visualizar ese liderazgo, a su vez, provoca ese efecto de arrastre: el líder arrastra, motiva, va el primero y constituye esa fuerza tractora de la sociedad. Las sociedades que se descomponen son aquellas que no tienen líderes. Necesitamos líderes con valores. Como ya he comentado anteriormente, con ocasión de esta crisis pandémica se han destacado un grupo de mujeres líderes en la gestión de la crisis en sus respectivos países: Angela Merkel en Alemania; Tsai Ing-wen, en Corea del Sur;Jacinta Arden, en Nueva Zelanda; Katrin Jakobsdóttir, en Islandia …
«Me gusta mucho Womantalent porque visualiza el talento femenino, las mujeres lideres. Hace falta que ese liderazgo se vea».
¿Desea lanzar un mensaje a la mujer profesional que constituye una parte muy destacada de la audiencia de Muy Segura?
Animarla a que lleve a cabo la realización de su proyecto personal y profesional. El camino es largo y, en muchas ocasiones, puede ser tortuoso. Les aliento a ¡que sigan sus propios deseos¡, no los deseos de los demás; de esa manera se harán mucho más fuertes. El trabajo duro es, en el 99% de los casos, el camino seguro para llega a ser una líder. El esfuerzo es tremendo pero sin ninguna duda el resultado es enormemente satisfactorio.
«Quiero animar a la mujer a que lleve a cabo su proyecto personal y profesional. El trabajo es duro, el camino puede ser tortuoso, pero el resultado es enormemente satisfactorio».