Redacción ‘MS’- El verano es la época perfecta para practicar deporte. El buen tiempo, las vacaciones y las ganas de disfrutar son razones para seguir activos durante el tiempo de ocio. A este respecto, la práctica deportiva inclusiva ofrece enormes beneficios tanto para la salud física como mental y, la playa puede ser una muy buena opción para iniciarse en alguna disciplina.
Contribuye a reforzar valores como la constancia, la disciplina, el respeto, la tolerancia, la gestión de la frustración, el afán de superación o el espíritu de equipo. Es por ello que muchas personas optan por planes de verano que incluyen, de alguna manera, el deporte.
En esta época del año las playas se convierten en el mejor espacio de entrenamiento para todas las edades. Jugar a las palas, al voleibol, al fútbol, practicar surf o, simplemente, dar largos paseos por la orilla son algunas de las actividades deportivas más frecuentes en los arenales españoles.
“Practicar deporte en la playa aporta multitud de beneficios tanto físicos como psicológicos. Entre ellos, mejora el tono muscular principalmente del tren inferior, al ejercerse sobre la arena y ser esta una superficie en la que no estamos acostumbrados a entrenar, se pueden generar una buena resistencia cardiorrespiratoria, puesto que son deportes que podemos realizar durante más tiempo de lo que solemos dedicar a entrenar de forma inconsciente, dado que son muy lúdicos y no solemos practicarlos de forma habitual A pesar de ello, al ser a plena luz del sol debemos tomar ciertas medidas preventivas como una hidratación constante, el uso de protector solar, evitar las horas centrales del día o el uso de equipo especial, si así lo requiere el deporte en cuestión”.
Pedro Jiménez entrenador de BluaU de Sanitas.
Además, este entorno permite una mayor socialización entre personas y, en este sentido, el deporte es una potente herramienta de inclusión. Las distintas capacidades entre personas no tienen por qué ser una barrera a la hora de hacer ejercicio y disfrutar de actividad física colectiva.
“El deporte mejora las habilidades sociales y físicas de cualquier persona, pero en el caso de las personas con discapacidad, es fundamental para potenciar la ganancia de fuerza muscular, equilibrio, flexibilidad, y para reforzar la postura corporal, además potencia la coordinación y mejora su autoestima y estado anímico”.
Javier Pérez, director de la Cátedra Fundación Sanitas de Estudios sobre Deporte Inclusivo.
Entre los principales deportes que hoy en día se practican de manera inclusiva destacan el rugby y el voley playa.
El rugby es un deporte en el que todos los integrantes del equipo pueden tener un papel clave y distinto. Cada posición en el juego desempeña un rol específico y complementario a las habilidades del resto de jugadores. Además, se trata de un deporte que fomenta el espíritu de equipo, la comunicación, y la colaboración y que ha sido de los primeros en España en impulsar la inclusividad.
El voley playa es una actividad que consigue integrar a todos los jugadores por igual. Las reglas son sencillas y permite adaptar las técnicas a cada jugador. De esta manera, aquellas personas con discapacidades físicas o movilidad reducida pueden jugar, por ejemplo, sentados sobre la arena. Además, es un deporte ideal para quienes tienen discapacidad auditiva pues se trata de una modalidad muy visual. Entre sus beneficios destaca la mejora de la coordinación y de la atención, así como de la fuerza muscular en las extremidades superiores.
«Ya no hay excusa para evitar disfrutar del deporte en la playa, la ocasión perfecta antes de la celebración de los Juegos Inclusivos organizados por Fundación Sanitas junto al Consejo Superior de Deportes, el Comité Olímpico Español y el Comité Paralímpico Español, que tendrán lugar en el último trimestre del año en Madrid», concluye Sanitas su comunicado.