‘Muy Segura’ habla con Sara Gómez, directora del programa Mujer e Ingeniería de la Real Academia de Ingeniería. En este proyecto se enmarca el Concurso TechMI, recientemente celebrado en Castilla y León en colaboración con la Universidad de Valladolid, con el objetivo de premiar la diversidad de género y la solidaridad en los proyectos tecnológicos presentados por los estudiantes.
¿Cuál es el objetivo con el que nace el proyecto Mujer e Ingeniería?
No es un único el objetivo con el que nace Mujer e Ingeniería, sino que son varios. El primero de ellos es fomentar el interés, la vocación y el conocimiento de la Ingeniería en la sociedad; estamos rodeados de tecnología y creemos que la Ingeniería es una gran desconocida tanto para los niños, como para la sociedad en general. Este es, por tanto, el objetivo principal: suscitar el interés por lo que hacemos los ingenieros.
También centramos el foco en ver cómo la Ingeniería contribuye al bienestar social y a mejorar la calidad de vida de las personas y la calidad de vida del planeta, que también tiene vida, es un ser vivo.
Se llama Mujer e Ingeniería porque tenemos un problema que es global, del mundo, que nos quedamos sin ingenieros, sin tecnólogos, sin científicos y, en especial, sin mujeres. Hay algunas carreras de Ingeniería que tienen menos de un 11% de chicas cursándolas en este momento. Queremos que las niñas no se desanimen. Creo que una de las razones por la que las chicas no hacen Ingeniería es porque no ven la vertiente social que tiene. Por eso, concursos como TechMI les permiten ver cómo ayudan a los demás a través de la Ingeniería y poder mejorar la calidad de vida de las personas.
«Hay algunas carreras de Ingeniería que tienen menos de un 11% de chicas cursándolas en este momento. Queremos que las niñas no se desanimen».
¿Qué valoración hace del camino que ha recorrido Mujer e Ingeniería desde sus orígenes hasta el momento actual?
La valoración que hago no puede ser mejor. Mujer e Ingeniería lo lanzamos en octubre de 2016, no tiene ni tres años. El éxito que estamos teniendo en todo el despliegue en las Comunidades Autónomas del territorio español es tremendo. Nacimos en Madrid con muchas iniciativas distintas y ahora lo estamos exportando a otros lugares, como es el caso de Castilla y León.
Es uno de los proyectos más exitosos que he liderado a lo largo de mi trayectoria. ¿Es porque estamos haciendo las cosas muy bien? Las estaremos haciendo bien pero, además, creo que es necesario y pertinente. Decía mi abuela que es mejor llegar a tiempo que rondar cien años y el proyecto Mujer e Ingeniería ha llegado a tiempo: la sociedad y las empresas, el tejido empleador, demandan este tipo de proyectos para poner en valor lo que es el presente y el futuro de las personas y del planeta.
«Decía mi abuela que es mejor llegar a tiempo que rondar cien años y el proyecto Mujer e Ingeniería ha llegado a tiempo: la sociedad y las empresas, el tejido empleador, demandan este tipo de proyectos para poner en valor lo que es el presente y el futuro de las personas y del planeta».
¿Por qué surge la idea del concurso TechMI, que forma parte de Mujer e Ingeniería?
Mujer e Ingeniería tiene una serie de proyectos y muchas actividades a su alrededor. TechMI surge ante la identificación de un problema: que se nos vaciaban los caladeros, es decir, nuestros jóvenes de 13 ó 14 años no están interesados por hacer este tipo de estudios. Una de las acciones que diseñamos como salida del problema fue esa: ¿cómo se aprende mejor? Se aprende haciendo. ¿Cómo aprendes más qué hacemos los ingenieros? Haciendo Ingeniería. Por eso surge TechMI: para enseñar haciendo lo que hacemos los ingenieros y, además, con una vertiente social porque, al final, creo que somos grandes solucionadores de problemas. Ayuda a los demás, solidaridad, entusiasmo, alegría: son palabras que escuchamos a los alumnos participantes en esta iniciativa. Merece la pena.
«¿Cómo aprendes más qué hacemos los ingenieros? Haciendo Ingeniería. Por eso surge TechMI: para enseñar haciendo lo que hacemos los ingenieros y, además, con una vertiente social».
¿Qué valor considera que puede aportar la mujer a estas áreas de conocimiento STEM?
Creo profundamente en la diversidad de todo tipo, no solo de género, sino de edad, de religiones, de razas, de culturas… La diversidad, en general, enriquece y no podemos permitirnos perder el 50% del talento. En determinadas materias como son las STEM, hay un 23%- 24% de mujeres. El punto de vista de las mujeres, los intereses de las mujeres y la forma de ver las cosas de las mujeres no está representada en este tipo de profesiones y de materias y, por lo tanto, es imprescindible que estemos. Nos estamos perdiendo una parte tremendamente importante de su creatividad.
Por otra parte, los equipos diversos tienen mayor eficacia, las cuentas de resultados de las compañías aumentan con ceros a la derecha cuando los equipos son diversos. Creo profundamente en la igualdad y en la diversidad.
«El punto de vista de las mujeres, los intereses de las mujeres y la forma de ver las cosas de las mujeres no está representada en este tipo de profesiones y de materias STEM y, por lo tanto, es imprescindible que estemos. Nos estamos perdiendo una parte tremendamente importante de su creatividad».