Redacción ‘MS’- Cerca de un 25% de los incidentes de violencia laboral ocurren en el ámbito sanitario, mientras que aproximadamente un 50% de los profesionales sanitarios han sido objeto de algún incidente violento en el transcurso de su vida laboral. La violencia en el sector se ha convertido en los últimos años en una problemática de vital importancia y sus profesionales que han sufrido alguna agresión expresan mayor temor ante los pacientes y/o familiares. Sus consecuencias también afectan a las organizaciones del trabajo, ya que se observa un mayor aumento del absentismo laboral, un deterioro de la calidad del servicio y un descenso del rendimiento y la competitividad. Así lo expresa Sham a través de un reciente comunicado.
En el marco de la II Jornada de agresiones a personal sanitario, Mª Jesús Hernando, Responsable de Siniestros Judiciales y Complejos de Sham, subraya que “las agresiones que se producen tienden a seguir un mismo patrón. Son mayormente agresiones verbales y psicológicas, acompañadas en numerosas ocasiones de amenazas, aunque también hay estudios con altos porcentajes de violencia física”. Añade que “los pacientes son los principales agresores, en su mayoría hombres, y la ejercen normalmente hacia facultativos y profesionales de enfermería, principalmente mujeres, con una edad media de 40 años y alrededor de 10 años de antigüedad, siendo las agresiones más frecuentes durante el turno de mañana o de noche.” Para realizar estas afirmaciones, la responsable de Sham se remite a datos publicados en la Revista Española de Salud Pública.
En cuanto a los motivos que resultan en estas agresiones, Hernando vuelve a remitirse a dicha publicación para aseverar que en la mayoría de los casos son causados por los tiempos de espera y las demoras, y muy pocas veces son denunciados o registrados ya que los profesionales creen que no es útil notificarlos. Por su parte, Sham concluye que hay un número elevado de agresiones que se producen y no se registran, faltando datos de casos reales contabilizados.
Protección legal a profesionales sanitarios y la función pública
Ya en 2007, con anterioridad a la reforma operada en el Código Penal en el año 2015, el Tribunal Supremo consideró actos de atentado los cometidos contra los funcionarios docentes o sanitarios que se hallen en el ejercicio de las funciones propias de su cargo, o con ocasión de ellas.
«Su sala de lo penal resolvió un recurso de casación donde se concluía que la actividad prestada no se trataba de una actividad privada, sino enmarcada en el funcionamiento público del sistema de salud, de forma que con su agresión no sólo alcanzaba al particular, sino también a intereses públicos consistentes en la protección de la corrección de la función pública«, explica Sham en su comunicado.