Redacción ‘MS’- A la vuelta de vacaciones algunas personas experimentan malestar, nerviosismo, dificultad para dormir… llegando incluso a hablar de depresión post vacacional. Sin embargo, no hay consenso sobre si existe realmente este síndrome, ni en qué momento puede ser necesaria atención profesional para superarlo. Expertos de Savia dan su opinión.
La vuelta al trabajo tras un periodo largo de vacaciones como el estival requiere de un proceso adaptativo. Pero hablar de síndrome, estrés o depresión como si se tratase de un cuadro clínico podría ser excesivo para un hecho que es recurrente y que se produce todos los años, al menos una vez al año.
No existe consenso en la comunidad científica sobre la definición exacta ni sobre la existencia real del llamado “síndrome postvacacional”, pero resulta innegable que la vuelta de las vacaciones puede provocar, en algunas personas, sentimientos negativos que afectan a su estado anímico y su bienestar emocional. Entre los más comunes que los trabajadores refieren son malestar, disminución del rendimiento, tristeza, cambios de humor, que pueden ir acompañados (o no) incluso de de temblores, palpitaciones, aumento de la frecuencia respiratoria o sudoración.
“Sólo si estos cambios se perpetúan más allá de 10 o 15 días hablaríamos de síndrome de ansiedad generalizada o de estrés crónico, que puede manifestarse con una clínica específica y que podría requerir la atención de un especialista”, afirma Alma Fernández, directora médica de Salud Digital MAPFRE (Savia). “Pero la realidad”, añade, “es que muy pocos casos del conocido como ‘estrés post vacacional’ llegan a requerir un abordaje profesional”.
Estudios recientes indican que el estrés post vacacional es más frecuente en personas jóvenes, menores de 45 años y en aquellas con perfiles menos resilientes y con mayor tendencia a la frustración. También en personas que trabajan en ambientes en los que las condiciones laborales no son adecuadas, no están satisfechos con su trabajo o se sienten poco valorados en el mismo.
¿Puede prevenirse? “Sí, existen ciertas pautas que pueden resultar muy adecuadas para volver al trabajo con normalidad y algunas son muy sencillas”, señala Alma Fernández.
Entre ellas, unas se deben llevar a cabo en los días previos, como recuperar los horarios y hábitos de sueño de forma gradual, para que el cambio no sea tan radical; si es posible, no regresar el día antes de incorporarnos al trabajo e ir retomando los hábitos y horarios de forma gradual… Y otras, una vez que nos incorporemos: mantener un ritmo más relajado de inicio de ciclo, planificar las agendas de las primeras semanas y priorizar tareas.
Y, muy importante, volver a la rutina de ejercicio y dieta habitual, si se ha abandonado durante las vacaciones, en las que son frecuentes los desajustes en este tipo de hábitos.
“Además, la empatía con los que no han tenido vacaciones o no tienen un puesto de trabajo al que incorporarse puede ayudarnos también a afrontar la vuelta de forma más positiva y así a vivir mejor este momento desde el punto de vista emocional”, añade la directora médica de MAPFRE Salud Digital.
Savia, la plataforma de servicios de salud digital de MAPFRE, recuerda que ofrece un servicio de videoconsulta de psicología con posibilidad de segmentar según el tipo de trastorno, con hasta 24 áreas de especialización, que incluyen, entre otros, cuadros de estrés, ansiedad o depresión.
«Las videoconsultas son realizadas por psicólogos colegiados, que garantizan la confidencialidad y la seguridad de las sesiones, sin necesidad de realizar desplazamientos y con la comodidad de hacerlo desde cualquier lugar«, concluye el comunicado de MAPFRE.