‘Muy Segura’ entrevista a Soraya del Portillo, CEO y fundadora de Chiara.
¿Puede destacarnos los momentos más determinantes para usted en el desarrollo de su trayectoria profesional?
Para mí, uno de los momentos más importantes o determinantes fue cuando me di cuenta que en la consultora en la que trabajaba, con lo que hacíamos no obteníamos el resultado esperado. Las formaciones que dábamos no eran más que un mero trámite donde los profesionales utilizaban el espacio de formación como foro de queja y desahogo. Y, aunque en ocasiones había un aprendizaje de contenidos, este conocimiento no llegaba a afianzarse y, en un plazo realmente breve de tiempo, los profesionales habían olvidado lo que les intentábamos transmitir en las formaciones.
Me di cuenta de que el modelo era rentable, es decir, existía una transacción económica interesante, pero nadie se hacía responsable del resultado. Los resultados eran KPIs que simplemente justificaban que se había realizado una formación u otra. Y lo peor llegaba cuando te dabas cuenta de que lo que hacías no generaba el cambio que buscabas. Se supone que somos expertos en formación en habilidades, y esto implica una responsabilidad con el cambio comportamental de nuestros alumnos. En el mismo momento que me di cuenta de que no estábamos logrando esto, entendí que las cosas se tenían que hacer de otra forma, y creo firmemente que solo desde la emoción y la práctica real se puede conseguir un cambio de hábitos y mejora de habilidades en las personas.
«Creo firmemente que solo desde la emoción y la práctica real se puede conseguir un cambio de hábitos y mejora de habilidades en las personas».
Fue por eso que en 2006 decidí abrir mi propia consultora Team Training Consulting, una compañía dedicada a la formación en habilidades. Con mi empresa conseguí que nadie me frenase a la hora de crear nuevas formas de impactar en mayor medida en la vida profesional de los alumnos que pasaban por nuestras formaciones, pero al final, el contexto en ocasiones marca el cómo se hacen las cosas y es complicado salir de esa perspectiva, ya que todas las decisiones que tomas son adaptar tu metodología a ese contexto ya fijado al tiempo disponible y los espacios que el cliente te deja.
Fue entonces cuando intenté pensar fuera de la caja y pensé que, si cambiando las cosas dentro del contexto no podíamos conseguir esos cambios realmente efectivos, había que cambiar el contexto; y para cambiar el contexto de una formación como puede ser hablar en público, teníamos que cambiar la metodología, el tiempo era limitado, disponías de entre 8 y 16 horas para esa formación y los recursos también lo eran.
Allí fue dónde me surgió la pregunta ¿cómo puedo hacer para que la gente pueda practicar en entornos realistas? Y detecté que las nuevas tecnologías conseguían cambiar este contexto. Conseguí que las personas no se limitasen a entornos concretos como un aula, alumnos y formador, sino que viajasen por entornos más realistas, sacándolos de esas ocho horas de una formación. Todo esto gracias a la realidad virtual.
«Conseguí que las personas no se limitasen a entornos concretos como un aula, alumnos y formador, sino que viajasen por entornos más realistas, sacándolos de esas ocho horas de una formación. Todo esto gracias a la realidad virtual».
¿Cómo y por qué nace la idea de Chiara? ¿Qué necesidades detectó en el mercado una emprendedora como usted?
Tras más de quince años de trayectoria en el mundo de los recursos humanos, descubrí que ayudar las personas a comunicarse mejor es el eje transversal de cualquier relación profesional. En este sentido, detecté que existen dos gaps importantes a la hora de ayudar a los profesionales a comunicar, influir y convencer. El primero es que en la formación tradicional los profesionales no pueden practicar tanto como les gustaría; y el segundo es la imposibilidad de obtener un feedback objetivo.
Es ahí donde nace Chiara. Y es que, gracias a la realidad virtual, la herramienta ofrece la posibilidad de practicar todo lo que el alumno desee, en entornos hiperrealistas, con personas de verdad que le harán sentir lo mismo que en un entorno real. Además, Chiara es capaz de descomponer la voz, analizar y medir los diferentes aspectos que influyen a la hora de comunicar y de esta manera, ofrecer un feedback totalmente objetivo. Algo imposible de conseguir en una formación presencial.
«Gracias a la realidad virtual, la herramienta ofrece la posibilidad de practicar todo lo que el alumno desee, en entornos hiperrealistas, con personas de verdad que le harán sentir lo mismo que un entorno real».
¿Puede hablarnos de las principales bondades y del valor añadido de su proyecto?
El valor añadido de Chiara es que llevamos la formación a una práctica real, a un entrenamiento en situaciones absolutamente reales, sin asumir los costes que la formación en escenarios absolutamente reales supone. Además, la objetividad por primera se hace patente, ya que se puede medir algo subjetivo como son las habilidades y transformarlas en algo objetivo a través de KPIs y diferentes elementos medibles como son los decibelios, segundos de mirada, palabras por minuto, etc.
Ofrece:
-Experiencia inmersiva: La App móvil de VR de Chiara ayuda a entrenar el control de nervios y miedo escénico previos a cualquier presentación en un escenario virtual “muy real”.
-Coaching personalizado: Chiara analiza en tiempo real parámetros del discurso que influyen en la fluidez, seguridad, credibilidad, engagement e influencia.
-Analytics: Chiara combina las capacidades de analytics más avanzadas del mercado, incluyendo algoritmos propios de descomposición de la voz, análisis del lenguaje natural y monitorización de la mirada.
En cuanto a las bondades, a pesar de que Chiara no deja de ser un producto, hay un propósito de cambiar la educación y la vida de las personas, y no solamente a nivel de producto, sino también a nivel laboral. Chiara está conformado por un equipo que no solamente está comprometido y alineado con el propósito y los valores de la empresa, sino que todas las personas que participan en este proyecto son soñadoras, trabajadoras y sumamente comprometidas. En Chiara promovemos el trabajo flexible, a distancia. Además, es un trabajo liderado por mujeres. A pesar de todas las dificultades que aún seguimos teniendo en esta sociedad, las mujeres que integran el equipo de Chiara son capaces de compaginar su vida personal con la profesional, y eso demuestra lo valientes y fuertes que son.
«En Chiara promovemos el trabajo flexible, a distancia. Además, es un trabajo liderado por mujeres. A pesar de todas las dificultades que aún seguimos teniendo en esta sociedad, las mujeres que integran el equipo de Chiara son capaces de compaginar su vida personal con la profesional, y eso demuestra lo valientes y fuertes que son.
¿Cuál es la evolución manifestada por Chiara durante este primer año de funcionamiento?
Un año es poco tiempo para ver la evolución, pero sí que hemos notado una gran aceptación por parte de los clientes.También hemos tenido la suerte de contar con clientes como Vodafone, La universidad de Ferrovial y Acciona, que han ido de la mano con nosotros, que han entendido que este ha sido un primer producto súper futurista e innovador; pero nos han ayudado a hacer esta evolución del primer producto que lanzamos en febrero 2018, a este segundo, con diferentes interaciones que han logrado que ahora mismo ya haya una 3 release del producto, y esto nos ha permitido mejorar la experiencia del usuario mejorando cada vez más nuestro producto.
Testimonio de un alumno de Chiara: “Ha sido duro, la verdad, porque si lo haces con intensidad e interés, hay que echar muchas horas; pero me ha encantado. Os sigo por RR.SS y celebro vuestros éxitos”.
«Hemos tenido la suerte de contar con clientes como Vodafone, La universidad de Ferrovial y Acciona, que han ido de la mano con nosotros y han entendido que este ha sido un primer producto súper futurista e innovador».
¿Considera usted, o ha apreciado, que existan diferencias a la hora de comunicar por parte de hombres y de mujeres en las empresas?
Por lo general, las mujeres tienden a ser más habladoras pero, a su vez, más correctas, sus discursos son más emotivos. Tienen un tono de voz más agudo, usan timbres altos y poseen diferentes entonaciones. En el entorno laboral, suelen tomar un papel igualitario imitando el rol de una madre. Sin embargo, los hombres suelen ser más seguros y firmes en sus discursos, utilizan una entonación más plana y tienen menor implicación emocional.
Existen ciertos estudios que demuestran que los hombres son visoespaciales, es decir, tienen mejores capacidades con tareas relacionadas al razonamiento matemático y resolución de problemas. Mientras que las mujeres son más efectivas en pruebas de velocidad y fluidez verbal; en este sentido, ellas tienen mejores habilidades comunicativas.
“La mujer puede pronunciar sin esfuerzo una media de entre 6.000 y 8.000 palabras diarias. Utiliza adicionalmente entre 2.000 y 3.000 sonidos para comunicar, además de hasta 10.000 gestos y expresiones faciales. Un total de más de 20.000 unidades de comunicación para transmitir un determinado mensaje. El hombre, en cambio, emplea sólo entre 2.000 y 4.000 palabras, entre 1.000 y 2.000 sonidos y emite como mucho 3.000 señales de lenguaje corporal. Es decir, que su media diaria asciende a cerca de 7.000 unidades de comunicación. Un tercio de lo que emiten las mujeres”, explican Allan y Barbara Pease, los estudiosos norteamericanos que publicaron un célebre libro titulado Por qué los hombres no escuchan y las mujeres no entienden los mapas.
«Por lo general, las mujeres tienden a ser más habladoras pero, a su vez, más correctas, sus discursos son más emotivos. Tienen un tono de voz más agudo, usan timbres altos y poseen diferentes entonaciones».
¿Qué mensaje podría lanzarles a las mujeres profesionales del sector asegurador que forman parte de la audiencia de ‘Muy Segura’?
El mensaje que podría transmitirles a las mujeres que leen ‘Muy Segura’, sea cual sea el sector al que pertenezcan, es que cuando deseen lograr algo, lo único que necesitan es tenacidad, persistencia y una gran capacidad de resiliencia. El no auto exigirnos, no ser duras con nosotras mismas, permitirnos el error, permitirnos fallar, reconocernos y recompensarnos por cada éxito que logremos sin quitarle importancia, sin pensar bajo ningún concepto que somos un fraude porque no lo somos.
Saber que todos, independientemente de que seamos hombres o mujeres, tenemos altos y bajos, recaídas, bajones motivacionales e incluso momentos en los que pensamos que no podemos, pero al final sí que podemos. Tenemos que luchar contra todos esos limitadores mentales y no hay nada mejor para luchar contra ellos que la autoconciencia y la seguridad de que si estas donde estás, es porque realmente te lo mereces y no ha sido por suerte.
«El mensaje que podría transmitirles a las mujeres que leen ‘Muy Segura’, sea cual sea el sector al que pertenezcan, es que cuando deseen lograr algo, lo único que necesitan es tenacidad, persistencia y una gran capacidad de resiliencia».