Por Nuria Domínguez Cuenca, Coach de Coaching On Focus y Experta en Mindfulness por la UCJC.
Llegamos al mes en el que nos podremos coger unos días de descanso exhaustos, después de meses de teletrabajar para unos, trabajar duro para otros que han estado al pie del cañón y muchos otros que se han visto inmersos en un ERTE; pero el factor que hemos compartido en todos estos casos ha sido la difícil tarea de gestionar la incertidumbre, tanto de la crisis sanitaria en sí, como de nuestro día a día laboral.
Pero no creamos que la incertidumbre la dejamos aparcada, porque durante estas semanas muchas serán las cuestiones que nos acompañarán, ¿podremos ir finalmente al destino elegido o tendremos que cancelarlo por un nuevo rebrote en la zona?, ¿habrá aforo limitado en las playas donde vamos?, ¿podremos visitar a un familiar que está en otra Comunidad Autónoma cercana? Y, mientras nos hacemos otras preguntas como ¿podré cogerme vacaciones si he estado en un ERTE?, ¿podré seguir teletrabajando a mi vuelta? Seguramente, antes de esta crisis ninguno nos hubiéramos hecho tantas preguntas a asuntos que no están directamente relacionados con las propias vacaciones.
Así que, llegados a este punto, tanto nuestra mente como nuestro cuerpo necesita de unos días de descanso, de reseteo y de pararse para retomar el próximo inicio del curso con las pilas cargadas de energía. Después de un periodo de confinamiento y de vivir una situación de alto nivel de estrés laboral es más que recomendable tomarse unos días de descanso y desconexión porque todos necesitamos reponernos del cansancio físico y mental que llevamos soportando todos estos meses. Es necesario tomarse un respiro para desconectar, descansar, relajarse, disfrutar y divertirse unos días porque además no sabemos si dentro de poco volveremos a estar en una situación similar a la que ya vivimos en marzo.
‘Tanto nuestra mente como nuestro cuerpo necesita de unos días de descanso, de reseteo y de pararse para retomar el próximo inicio del curso con las pilas cargadas de energía’.
Naturalmente estas serán unas vacaciones diferentes en muchos sentidos pero la esencia del descanso deberá ser la misma que en otras situaciones. Aquí os dejamos algunos consejos para disfrutar de las vacaciones, tanto si te has podido ir unos días fuera o incluso si te quedas en casa:
- Necesitamos dejar la carga de la batería de nuestra mente al mínimos para recargarla de energía positiva y así volver con ganas, motivados y con más fuerza que nunca.
- Adaptarnos poco a poco al nuevo estado vacacional. No vamos a pasar de un ritmo acelerado a uno más calmado de un día para otro. Nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan uno o dos días para adaptarse, date tu tiempo, no te agobies.
- Despacho en modo off. Deja todo lo que tenga que ver con el trabajo en un lugar que no sea de fácil acceso para que, si tuvieras que consultar algo puntualmente, solo sea eso, una gestión puntual y puedas desconectar de todos los elementos que te recuerden al trabajo (tablet, libreta, portátil, móvil de empresa…). Imagínate que pones el cartel de: “Cerrado por vacaciones”, ¿ya tienes esa imagen en tu mente? Pues ahora dilo en voz alta y respira profundamente tres veces, ahora sí es el momento de comenzar las vacaciones.
- Vive cada día desde el presente. Disfruta de cada momento, de las pequeñas cosas, de los placeres más insignificantes como desayunar sin prisa, leer tranquilamente un libro, dar un buen paseo, tomar un baño relajante, preparar una comida especial…. En definitiva, saborear el aquí y el ahora nos ayudará a gestionar la incertidumbre de la situación que estamos viviendo en estos momentos.
- Pon límites al mundo digital. Si normalmente, bien por nuestro trabajo o como hobbie, nos gusta participar en las Redes Sociales, es un buen momento para dedicar menos tiempo al mundo virtual y más tiempo al mundo real porque han sido muchos meses en los que hemos utilizado la tecnología para todo, para comunicarnos con los demás, para trabajar, para formarnos, para hacer gestiones cotidianas como la compra y ahora es el momento perfecto para desconectar del entorno digital todo lo que nos sea posible.
- Dedícate tiempo para ti y para los tuyos. Cuídate mucho, ahora tienes tiempo para darte un buen baño relajante, para cuidarte física y mentalmente, así que aprovecha para revisar esos consejos de belleza que tenías por ahí, ahora es el momento de darte un buen baño de sales, un masaje con esencias o esa mascarilla capilar que la tenías ahí para cuando tenga tiempo.
- Planifica actividades para hacer en familia. Siempre que vas de vacaciones, te gusta explorar la zona y hacer actividades que en otro momento no puedes o ni siquiera se te pasan por la cabeza. Así que coge una libreta o directamente en tu móvil y buscar lugares que te gustaría visitar o actividades de ocio que puedas hacer junto con tu familia para pasarlo en grande.
- Permítete un capricho. Ya tenemos todo el año para no excedernos y para no salirnos del nivel moderado. Ahora puedes permitirte ese antojo que tenías y que no era el momento pero por qué no vas a poder hacerlo ahora.
- Aprovecha tus vacaciones para ser, no para hacer. El desarrollo del autonocimiento es esencial para saber responder a una pregunta que muchas veces nos cuesta contestar: ¿para qué? Así que durante estos días párate y dedícate un tiempo para saber un poco más sobre ti, reflexionar sobre tus motivaciones y… por qué no, también puedes permitirte soñar. Esto te ayudará a renovar tus ilusiones, tan importantes para llenar de energía positiva nuestra vida.
- Respira, respira y respira. Es un momento idóneo para iniciarse en la práctica de la meditación porque eso nos ayudará a elevar nuestro nivel de consciencia a todo lo que hagamos y, de esa manera, saborearemos cada momento como lo que es, único e irrepetible. Simplemente, elige un lugar tranquilo donde puedas dedicarle media hora al día para realizar unas meditaciones sencillas (ahora existen muchas apps dedicadas a esta práctica), basadas en la respiración y que te ayudarán a estar presente desde la calma y la serenidad.
A esta serie de recomendaciones sumamos una que es de sentido común, ser prudentes en cuanto a la prevención del COVID19, por nosotros mismos y por responsabilidad social con los demás. Así que, este verano toca cuidarse mucho y disfrutar de estos merecidos días de descanso.