Por Úrsula Calvo, CEO de Úrsula Calvo Center y presidenta de AEIMED, Asociación Española de Instructores de Meditación y Mindfulness.
“Si quieres ir rápido, ve solo: si quieres llegar lejos, has de ir bien acompañado” Proverbio africano.
Las grandes cosas las hacen los grandes equipos. Pero la grandeza de un equipo, mucho más allá de lo que se puede “hacer”, está en lo que te permite Ser.
Un responsable de un equipo Es un líder cuando trabaja en sí mismo aquello que quiere ver en los demás. ¡Conviértete en inspiración para que los demás Sean!
Pese a que el título del artículo es «¿Cómo influir de verdad en los demás?«. La auténtica pregunta es: «¿Cómo influir de verdad en los demás, de la forma que deseo?”, pues la influencia es inevitable. Cada persona con la que tenemos contacto se lleva algo de nosotros, y a la inversa. Tenemos impacto en las personas de forma ineludible, pero no siempre es el impacto que nos gustaría tener.
¿Cuál es la clave? ¿Qué ha hecho de grandes personas como Jesucristo, Buda, Santa Teresa, Nelson Mandela o Gandhi los mayores influencers de la historia?
Todos ellos tienen algo en común: no ponían el foco en el cambio de los demás, en que «fueran de una determinada manera». Ese es el camino aparentemente fácil y cómodo, hasta que nos damos cuenta de que es estéril y extenuante.
«Cada persona con la que tenemos contacto se lleva algo de nosotros, y a la inversa. Tenemos impacto en las personas de forma ineludible, pero no siempre es el impacto que nos gustaría tener».
Pretendemos que las personas que nos rodean se cambien a sí mismas para adaptarse a nuestras necesidades. Tratamos de imponer nuestras razones, incluso si esto conlleva sacrificar la relación con personas que amamos. Pretendemos cambiar a los demás, porque no nos «vienen bien» ciertas cosas.
Y no nos damos cuenta de que la única manera saludable y efectiva de influir en nuestro entorno es a través de nuestro propio ejemplo.
Hace falta valentía, pero merece la pena darse cuenta de que, si queremos ver un cambio en los demás, debemos iniciar ese cambio en nosotros mismos . Porque no importa cuál sea el objetivo concreto. Puedes molestarte porque tu familia no es todo lo transigente y comprensiva que te gustaría, y entonces te darías cuenta de que tú no estás siendo transigente y comprensivo con ellos. O quizá lo que quieres es que tu jefe reconozca tu trabajo, pero tú no te estás dando el reconocimiento que pretendes conseguir de él. Resulta curioso ver cómo gente que lucha contra la intolerancia, suele ser la gente más intolerante con los intolerantes. Cuántas veces hemos gritado a nuestros hijos: ¡DEJA DE GRITAR DE UNA VEZ!
«No nos damos cuenta de que la única manera saludable y efectiva de influir en nuestro entorno es a través de nuestro propio ejemplo. Hace falta valentía, pero merece la pena darse cuenta de que, si queremos ver un cambio en los demás, debemos iniciar ese cambio en nosotros mismos».
Esta falta de coherencia con nosotros mismos y con la realidad es lo que nos impide tener un impacto en nosotros y, en consecuencia, en los demás.
Los buenos líderes se sitúan en la primera línea de batalla, y eso comienza por mirar primero dentro. Como ilustra Gandhi en una de sus frases más célebres: “ Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo”.
Y, curiosamente, cuando te conviertes en lo que quieres ver fuera, lo de fuera cambia. Sin saber por qué, la gente te reconoce y te tiene más en cuenta. Eres escuchado y valorado, aunque no lo pretendas conscientemente. Comienzas a tomar mejores decisiones, basadas en el autoconocimiento y la responsabilidad sobre tu vida, que te llevan a conseguir aquello que quieres con menos esfuerzo, sin tanta lucha. Te conviertes en un ejemplo para la gente que te rodea y consigues inspirar por lo que Eres, incluso sin tener esa intención. Es ahí cuando influyes realmente– y de la forma que deseas- en los demás .
Si quieres explorar este maravilloso camino, existe una herramienta muy poderosa para cultivar el Ser, esas cualidades maravillosas que ya están en nosotros mismos y que queremos ver en los demás: la Meditación. Dedícate un rato de calidad cada día y encuentra « dentro de ti » el cambio que quieres ver » ahí fuera «.
«Los buenos líderes se sitúan en la primera línea de batalla, y eso comienza por mirar primero dentro. Como ilustra Gandhi en una de sus frases más célebres: “ Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo”.