Por Úrsula Calvo, CEO de Úrsula Calvo Center y presidenta de AEIMED, Asociación Española de Instructores de Meditación y Mindfulness.
“Tiempo” es sinónimo de “vida”. La gran mayoría de las personas asegura no tener tiempo en su agenda para hacer las cosas que le gustarían. “¡No me da la vida!”, “Estoy muy liada”, “¿Cuándo voy a sacar un huequito?”, … Y así, van pasando las semanas, los meses, los años… Hasta que echas la vista atrás y ves que la vida ha pasado, y tú ni siquiera te has dado cuenta.
Imagínate viendo una película sin poder pulsar el botón de “pausa”. Así es la vida: o la vives, o se pasa. No entiende que tú puedas tener otros planes.
¿En qué gastamos ese valioso tiempo? ¿En qué estamos invirtiendo nuestra vida? ¿Nos dedicamos a aquello que realmente nos importa?
24 horas al día. 365 días al año. ¡Y todavía no has sacado un hueco para tomarte ese café con Joe!
Esto puede cambiar tomando una decisión. Porque la ventaja es que nunca es tarde, siempre es Ahora.
¿Quieres saber cómo sacar tiempo para lo que realmente te importa?
Primero- ¡Medita!
Una rutina de unos minutos diarios de meditación es esencial para conocerte, descubrir tu propósito, acceder a la calma y la claridad mental, y la mejor manera de entrenar tu mente para salir del piloto automático y aprovechar tu tiempo al máximo. A través de la meditación aprendes el arte de vivir en la quietud y las infinitas posibilidades que te ofrece el momento presente
Segundo- ¡Prioriza!
Te asombraría ver que el tiempo de que dispones es suficiente, sólo estableciendo claramente prioridades y poniendo en marcha una sencilla gestión del tiempo .
Te propongo lo siguiente:
Haz una lista de las actividades que realices habitualmente, junto con todas aquellas que te gustaría realizar, y asígnales una puntuación del 1 al 4 en función de la urgencia y la importancia que tenga esa actividad para ti:
En la función de esta puntuación, coloca cada una de las actividades en uno de estos cuadrantes:
1. Actividades urgentes e importantes : ¡Hazlo!
En este cuadrante puedes ubicar actividades como resolución de crisis, revisión de la agenda, y cualquier otra cosa que consideres urgente eimportante para ti. Ponlas en tu prioridad del día, y no pases a lo siguiente hasta asegurarte de haberlas completado.
2. Actividades importantes, que no son urgentes: ¡Agéndalas!
Estas actividades son fundamentales, ya que tienen que ver con tu visión y tu propósito en la vida. También suelen tener que ver con el tiempo que queremos dedicar a relacionarnos con otras personas. Como no son urgentes, siempre las vamos postergando y, sin embargo, son las que nos permiten marcar el rumbo y dirigir nuestra vida. Es imprescindible dedicarles tiempo así que, ¡agéndalas ahora!. Y el día en que aparezcan en la agenda, se habrán convertido inmediatamente en una de las anteriores: ¡Hazlo!
3. Actividades no importantes y no urgentes: ¡A la papelera!
Al elaborar tu lista, tal vez hayas comprobado la cantidad de actividades que realizas que no son importantes para ti y que tampoco son urgentes. ¿Por qué perder el tiempo con ellas? Ahora las tienes localizadas y puedes elegir quitártelas de encima. Este tiempo que has decidido no perder en actividades que pueden ser: correo publicitario, chismorreos, llamadas de teléfono innecesarias, y un largo etcétera, te va a permitir precisamente dedicarlo a las dos anteriores, a lo que realmente es importante para ti.
4. Actividades no importantes y urgentes: ¡Delégalas!
Hay actividades que no consideras de importancia pero son urgentes y alguien ha de hacerlas. Son actividades perfectas para plantearte delegar, siempre que sea posible. Por ejemplo, actividades que no te gustan o te hacen perder energía, que te aportan poca rentabilidad, que otros pueden hacer mejor que tú, … Es importante aprender a delegar, o lo que es lo mismo, a permitirnos recibir.
Si quieres ganar tiempo para lo que realmente es importante para ti, puedes empezar con la primera actividad del cuadrante 1: realizar este sencillo ejercicio. ¡Hazlo! y comprueba que no es una cuestión de falta de tiempo, sino de aprovechar la maravillosa oportunidad que nos da la vida para poder elegir.
Buena reflexión, y hay que intentar seguírla porque es una gran verdad, pero la vida y las necesidades aveces te obligan a seguir otras pautas que son necesarias en las actividades que tenemos diariamente y te envuelven en una vorágine que no te permite muchas veces hacer otra cosa,
y sabes que ese no es el camino, pero la vida personal de cada uno obliga a tener otras prioridades para vivir también
Un saludo