Los aceites faciales son unos grandes aliados de la belleza, por eso merecen un hueco en nuestra rutina de cuidado de la piel. Este tipo de producto suele realizarse con ingredientes naturales y puedes encontrarlo para todo tipo de piel: seca, grasa, sensible, mixta, etc.
El aceite facial tiene propiedades muy beneficiosas para el cutis, ya que con su aplicación constante puedes notar como se minimizan las líneas de expresión y la piel se hidrata, está más elástica y rejuvenecida.
Si estás pensando en empezar a usar aceites faciales, no te preocupes porque en este artículo vamos a hablarte de todos sus beneficios.
Cómo usar los aceites faciales
Para aplicar un aceite facial tienes que limpiar correctamente la piel, eliminado cualquier rastro de maquillaje e impurezas. Con la piel limpia y seca, pon unas cuantas gotas de aceite esencial en las manos y frótalas bien, de esta forma el aceite cogerá temperatura y penetrará mejor en la piel.
Realiza un suave masaje con la yema de los dedos hasta que se absorba completamente.
Los mejores aceites faciales
Si a la hora de comprar un aceite facial realizado con ingredientes naturales no sabes cuál elegir, te explicamos las propiedades de cuatro que son básicos en el cuidado de la piel del rostro.
Aceite de Moringa
El aceite de moringa se extrae de las semillas del árbol de moringa y ayuda a la regeneración y a nutrición de la epidermis. Contiene sustancias con un gran poder revitalizante y antioxidante y además, sus ácidos grasos son muy eficaces para luchar contra el envejecimiento de la piel. Si buscas un aceite con efecto antiinflamatorio que te ayude a incrementar la elasticidad de la piel, este es tu mayor aliado. Gracias a su contenido en vitamina C notarás como aumenta la producción de colágeno, como resultado tu rostro estará más firme.
Aceite de Rosa Mosqueta
El aceite de rosa mosqueta es conocido por ser un excelente reparador, muy eficaz para minimizar las estrías, manchas y reparar las cicatrices. Al ser muy rico en vitamina A y ácidos grasos esenciales, nutre la piel en profundidad. Con su aplicación diaria conseguirás tener un rostro más nutrido, con menos arrugas y líneas de expresión.
Aceite de Almendras
El aceite de almendras está especialmente recomendado para pieles sensibles, incluso la de los bebés. Su contenido en vitamina E y ácidos grasos le confieren un gran poder hidratante y calma cualquier irritación, además, su textura ligera hace que se absorba con facilidad.
Aceite de Jojoba
Este aceite se extrae de las semillas de la planta de jojoba (Simmondsia chinensis) y entre sus beneficios para la piel destaca que no es comedogénico ni obstruye los poros, por lo que puede ser usado en pieles grasas. Al ser rico en vitaminas B y E, yodo y zinc tiene propiedades antioxidantes e hidratantes.
Si aún no has incorporado los aceites faciales a tu rutina de cuidado del rostro, no esperes más. Elige el más adecuado a tus necesidades y tipo de piel y empieza a beneficiarte de todas sus cualidades. ¡Tu piel te lo agradecerá!