Verano de extremos en Francia

Verano de extremos en Francia

Francia vive un verano marcado por los efectos económicos de la fiesta olímpica y la apertura de un periodo de incertidumbre que podría prolongarse hasta 2027.

Redacción ‘MS’- La celebración de los Juegos Olímpicos de París tendrá un impacto relevante en la región parisina, en términos de creación de empleo y actividad económica. Las estimaciones publicadas sitúan entre 6.700 y 11.100 millones de euros los posibles impactos netos. De acuerdo con el análisis de Crédito y Caución, los sectores más beneficiados será los relacionados con transportes y turismo, ya que los visitantes acudirán en masa a París durante su celebración.

Los Juegos tendrán también un impacto mixto sobre la construcción. Durante los últimos siete años, la preparación de la ciudad para acoger el mayor evento deportivo del mundo ha supuesto un impulso relevante para el sector. Sin embargo, una vez terminadas las instalaciones y las infraestructuras, los efectos positivos se están desvaneciendo. Grandes obras de hormigón y construcción en la zona de París han sido aplazadas a partir de la celebración de los Juegos. Esto, unido a la atonía del sector residencial, sitúan las previsiones para la construcción en Francia en un retroceso del -0,4% en 2024.

La mayor parte de los beneficios económicos de los Juegos se dejará sentir en la región de París. El crecimiento de Francia en su conjunto quedará limitado al 0,9% en 2024, de acuerdo con las previsiones de Crédito y Caución. El país galo enfrenta importantes desafíos económicos relacionados con la resistencia de la inflación, la atonía del crecimiento y el consumo de las familias y una deuda pública cercana al 110% del PIB.

En este contexto, las recientes elecciones legislativas han abierto un posible periodo de estancamiento en la toma de decisiones necesarias ante la fragilidad de la economía francesa. Los anunciados proyectos de reducción del déficit y reformas favorables a la actividad empresarial podrían ser las primeras víctimas. La polarización del resultado augura que Francia se enfrenta a un prolongado período de incertidumbre política que podría extenderse hasta las presidenciales de 2027, retrasando la búsqueda de soluciones fundamentales para su malestar económico