La Asociación Española de Mujeres Empresarias de Madrid, ASEME, colabora en esta sección con ‘Muy Segura’ con el objetivo de dar a conocer a nuestra audiencia los diversos y valiosos perfiles de sus empresarias que constituyen, sin duda, un claro ejemplo para tod@s nosotr@s.
Este mes entrevistamos a Viviana Fernández, fundadora de Lolita Blu.
¿Cómo inició su andadura laboral? ¿Qué mejor recuerdo conserva de aquella primera etapa, y qué situación le implicó tener que afrontar un mayor reto o desafío?
Empecé a trabajar en Haití, como Consultora de Comunicación para UNICEF. Lo mejor fue conocer el funcionamiento por dentro de una gran institución de la ONU, lo más duro fue el contacto estrecho con los niños víctimas de la violencia, el abandono, la pobreza extrema, el VIH. Me afectaba mucho ver situaciones tan dramáticas en personas tan vulnerables.
«Empecé a trabajar en Haití, como Consultora de Comunicación para UNICEF».
¿Qué hitos han acontecido para usted, y hasta el momento, en el transcurso de su recorrido profesional, y por qué han tenido ese significado?
Los puntos de inflexión más relevantes surgieron cuando tomé conciencia de la importancia del comercio electrónico en 2009 e inicié mi Master en Marketing Digital en el IE Business School y cuando me lancé a emprender.
¿Cuándo y por qué decide emprender su proyecto, Lolita Blu?
Hubo muchas causas, había vuelto a España después de años viviendo en el extranjero y no tenía empleo, mis padres eran empresarios, tenían tiendas multitarea de calzado en Galicia, necesitaba un trabajo que me permitiera criar a mi hijo que entonces tenía tres años, y vi un nicho por cubrir en el mercado: una marca de zapatos de diseño, fabricados en España y con un precio razonable.
«Vi un nicho por cubrir en el mercado: una marca de zapatos de diseño, fabricados en España y con un precio razonable».
¿Cuál es su hoja de ruta en el medio plazo y de qué manera está sintiendo la influencia de las distintas fases de evolución de la pandemia sanitaria?
La pandemia desplomó nuestras ventas pero nunca llegamos a tener pérdidas. Ya estamos volviendo a la normalidad aunque no hemos llegado a los niveles previos al Covid. Por el momento nuestro objetivo es recuperar parte del espacio perdido con una colección atractiva que ilusione a las clientes.
«Nuestro objetivo es recuperar parte del espacio perdido con una colección atractiva que ilusione a las clientes».
¿Cuándo y por qué surge su vínculo con ASEME?
Cuando me dieron el premio a la Empresaria del año categoría PYME 2017.
¿Qué significó este destacado reconocimiento para usted y su empresa?
Supuso un motivo más de orgullo y motivación
¿Puede hablarnos de su faceta como escritora?
Mi primera vocación siempre fue la escritura, pero tardé 10 años en conseguir el apoyo de una gran editorial y aún así no podría vivir de escribir. Publicar me aporta otras cosas pero no rentabilidad. Creo que es una faceta que se complementa muy vivir con la empresa, me da momentos de introspección muy bonitos, la oportunidad de ser creativa y desatender a la realidad.
«Mi primera vocación siempre fue la escritura, pero tardé 10 años en conseguir el apoyo de una gran editorial y aún así no podría vivir de escribir».
Mujer y seguro: ¿Cuál es su vínculo con el mundo del seguro y qué valoración realiza de la labor que llevan a cabo los corredores de seguros?
He tenido experiencias diversas, la aseguradora de mi coche, por ejemplo, me ha echado porque no les salía rentable tenerme, en el hogar son ellos los que no me salen rentables a mi. Creo que deberíamos prestar más atención a la contratación de los seguros, por lo menos yo.
«Creo que deberíamos prestar más atención a la contratación de los seguros».
¿Desea lanzar un mensaje a la mujer profesional, y también emprendedora, que constituye una parte importante de la audiencia de Muy Segura?
Lanzaría un mensaje a la mujer que está dudando si emprender o no. Que no espere a tenerlo todo a favor porque la situación ideal no existe y hasta que no cree su negocio no sabrá exactamente hacia dónde tiene que ir, los ajustes que debe hacer. Eso sí, que mantenga muy a raya los gastos, que empiece de forma humilde hasta que tenga los suficientes beneficios para invertir.
«Lanzaría un mensaje a la mujer que está dudando si emprender o no. Que no espere a tenerlo todo a favor porque la situación ideal no existe».